Al igual que ustedes, me la paso viendo Instagram Stories, muchos sobre gente cocinando en casa, haciendo ejercicio y miles de memes. Sin embargo, una foto de un parque en Nueva York atascado de gente me paró en seco. Un día en Montreal, decidí salir a caminar por el parque, cuando me di cuenta que estaba lleno de gente igual y pensé: ¿están locos? Seguramente no son trabajadores esenciales, ni vagabundos, ni gente comprando víveres o con alguna discapacidad para entender la dinámica de lo que está pasando. Entonces ¿porque están como si nada? Molesta, me regresé a casa.

Esta situación no es única de New York o Montreal, es de todos lados: gente juntándose para hacer ejercicio, iglesias insistiendo en hacer sus rituales masivos y amigos en reuniones caseras. No es tan simple como parece. La mayoría de la gente entiende que el COVID-19 genera muertes, enfermedades y un paro económico mundial, y que todos debemos permanecer en casa para parar esta crisis.

Aun así, el mensaje no conecta con todos. Esos asistentes al parque seguramente se preocupan pero están cayendo en errores comunes que la mayoría de nosotros hemos cometido. Entender estos 5 errores de pensamiento (conocidos como sesgos cognitivos) podrían hacer tus tácticas de persuasión más efectivas. Y sino, te harán enojar menos.

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Foto: Rikki Matsumoto

Disponibilidad 

Este es un atajo mental para hacer juicios sobre la posibilidad de que ocurran eventos en función de la facilidad. Esencialmente esas personas no recuerdan haber vivido una experiencia parecida, por eso no captan qué puede ocurrirles. Por ejemplo: los accidentes de automóvil son más comunes que los de avión, pero no se reportan en las noticias. Por otro lado, las noticias aman contar sobre los accidentes de avión. Dado que mucha gente tiene más trauma y ansiedad por volar que por subir a un coche. Es razonable concluir que piensen que es más fácil morir en un avión aun cuando los datos dicen lo contrario.

Si le preguntas a un fan de los parques cuando fue la última pandemia, posiblemente recuerde el Ébola en vez de la Gripe Española de 1918-1920. La gente que decide juntarse no tiene ejemplos recientes de una pandemia para así racionalizar sus decisiones. En vez de investigar, cometen el error de pensar eso y salir.

 

Normalidad

Es la negativa a planificar o reaccionar ante una crisis no conocida. Hemos visto como los gobiernos han sido víctimas de este conocido error llevando a muertes innecesarias. Hace unos años empecé mi trabajo como freelance. Eso me permitía viajar y vivir donde yo quisiera. Sin embargo, cometí el error de no diversificar mis ingresos, ya que cuando una empresa decidió no necesitarme más, me quede atorada. Yo esperaba que esto nunca cambiara pues no estaba preparada para ese inesperado evento. Fue una lección de vida que seguramente más de uno está viviendo ahora.

Esos asistentes al parque están tratando de disimular esa interrupción que existe en su vida normal, reuniéndose en público. Cuando les dices que no se reúnan, se molestan porque estas interrumpiendo su pequeño momento de goce e intento de sentir que tienen una vida normal. Eso los lleva al siguiente error psicológico.

 

Confirmación

Son aquellos que rechazan el distanciamiento social, lo que significa que buscan información que reafirme sus creencias evadiendo los datos contrarios (así como asumimos cosas erróneas de la vida cotidiana). La gente que sale al parque, quienes en su mayoría tienen entre 20-50- años, asumen que están a salvo porque entienden que el COVID-19 mata a gente de 60 años en adelante. Están descartando los reportes de gente joven que se enferma, se hospitaliza e incluso usa ventiladores. Y no están tomando en cuenta que pueden ser un transmisor asintomático, lo que nos lleva a la siguiente rama.

 

Optimista

Esta es la creencia de que eres menos factible a sufrir cualquier tipo de desgracia y te inclinas más al éxito de lo que la realidad sugiere. Si piensas en esto como la ilusión de invulnerabilidad te darás cuenta que la mayoría hemos cometido este error. Por ejemplo, cuando te negabas a usar protector solar y llegabas descarapelado y achicharrado, aun sabiendo el riesgo de cáncer de piel y envejecer, tu prioridad era estar bronceado. En ese nivel de conciencia jamás pensaste que podría pasarte algo así siendo tan joven. Lo mismo pasa con la gente que rechaza el distanciamiento social. Su optimismo los lleva a creer que pueden ser asintomáticos o menos propensos que el promedio. Sin embargo, todos somos susceptibles a ello. Este pensar es difícil de combatir sobre todo cuando viene el siguiente error tan tentador.

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Foto: Getty Images

Hiperbólico de descuento

Conocido como el sesgo del momento presente. Es el deseo de un premio inmediato más allá del de una recompensa mucho más valiosa en un futuro. Si alguna vez has usado una tarjeta de crédito para comprar muebles caros en vez de ahorrar el dinero para una inversión futura, es justamente lo que esto representa. Imagina una fiesta frente a tu casa: 10 personas solamente ¡es la recompensa inmediata, tangible y divertida que estas esperando! Pero, salvar la vida de una abuela de 60 años porque su nieto se apoyó en una banca del parque en la que tu decidiste no apoyarte y aplicaste la sana distancia es mucho más valioso. Aun así, salvar a la abuela requiere de 4 cosas:

Recompensa de bajo valor = tangible: Socializar en el exterior te da dopamina mientras disfrutas de la luz del sol. Así los visitantes del parque liberan energía acumulada en semanas de aburrimiento y claustrofobia.

Recompensa de bajo valor = immediata: Los humanos amamos las cosas buenas y al momento. Aquellos que salen y conviven pretenden que el mundo está bien y que salir con amigos no tiene por qué cambiar.

Recompensa de alto valor = vaga: La abuela no podrá agradecerles por salvar su vida gracias a su encierro ya que ella nunca sabrá quien sí lo hizo. Asumámoslo, la distancia social no es tan sexy y dramática como rescatar a alguien de un edificio en llamas.

Recompensa de alto valor = retrasada: Si el nieto de la abuela se queda adentro, ella continuará sana y la transmisión será lenta o invisible, ya que la incubación es de 5 días a 2 semanas.

Si existiera una manera de ponerle cara a cada persona salvada por el distanciamiento social (algo Instagrameable idealmente) eso transformaría la manera en que lo vemos, de algo de poco valor y abstracto a algo de alto valor e inmediato. Todos estaríamos en el mismo barco.

En la vida normal esos 5 sesgos tienen un propósito. Ellos evolucionan para permitirle a los humanos tomar decisiones rápidas que evitarían la amenaza. En una pandemia, estos atajos mentales causan estrés y desolación que llevan a tomar malas decisiones con graves consecuencias. Recuerda esto la próxima vez que quieras persuadir a alguien de que continúe quedándose en casa.

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