Challengers dejo a todos hipnotizados con la energética ilusión que otorga el tenis. Tal deporte manifestó una corriente que fantasea con vivir aquel ideal deportivo, en una tendencia que ha capturado el sentido creativo de la industria. El lujo ha accedido a envolverse con una vibra más country club para la cotidianidad, alimentando sus estándares en el sitio correcto: el Olimpo de atletas y vigorosos deportistas.
Llegar a aquel lugar es permisible con Gucci. Una inesperada colaboración con Head, presentan una valiosa herramienta: una bolsa duffle personalizada y consagrada por el embajador global de la marca, Jannik Sinner. Dado que se expuso tal reliquia (la sigilosa elegancia de cuero, se remonta a la década de 1970) en 2023, en el Campeonato de Wimblendon. Su personalización debuta en las canchas de Roland Garros, en una versión blanca con la distintiva franja verde-roja-verde en las asas de mano, que vio la luz en el primer partido del Abierto de Francia, de este año en París.
Tal accesorio que influyo en el destino para salir vencedores, combina una pureza artesanal y la veteranía de una eficiencia de alto rendimiento, que ratifica una evolución de los códigos y estética del tenis. Sinner puede respaldarse con un accesorio que tonifica su seguridad, en las partidas consecuentes de la temporada.
Realmente, el mundo deportivo se ha vuelto más refinado y primoroso; ni el sudor contrarrestará tal ola.
Curiosamente, si el tenista llegará a ganar este campeonato, se posicionaría como el tenista número 1 del mundo. ¿Será que su bolso sea el amuleto indicado? yo creo que sí.

Cortesía de Gucci
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