Desde pequeños, nos han inculcado el camino de aceptar una religión y asistir regularmente a un templo o iglesia. Los códigos de vestimenta suelen ser una vivida sobriedad, que no opaque a los altos mandos feligreses y no ofenda a la divinidad observante, que te castigará si tratas de desviarte. Posiblemente, tales normas se han ido desvaneciendo y entendiendo que la decadencia circulante, son las nuevas formas de expresión de los más benevolentes creyentes. Justin Bieber, quién prosigue manifestando un estilo extremadamente adolescente, ha decidido ir al servicio eclesiástico, de una manera chiflada y prendida.
Siendo los Biebers, una de las parejas que otorgan looks alocados y revoltosamente coloridos, no es de extrañar, que ambos se presentarán en la iglesia, con una desequilibrada austeridad. Son jovenes y han optado por irse por el sendero de la urbanidad.
La caótica vestimenta de Justin consistía en un sombrero bucket rojo de crochet, sujetado a unos jorts, una T-shirt de Bob Marley, una cropped hoodie gris que lo cubría y el elemento maniático, fueron sus mullidas botas de Louis Vuitton, con un monograma impregnado en la vellosidad. Sin hablar, declaró que una peludez andante, es vital para sentirse cómodo y no ser alguien presuntuoso. Además, son las botas preferidas del cantante, hasta ahora. Llegando a usarlas, cuando declaro sus votos matrimoniales ante Hailey.
Los lugares que solían ser considerados virtuosos ante el espíritu humano, han percibido, que una informalidad tomará posesión, de aquellas pomposas prendas que suelen llevar los congregantes. El estilo bíblico, está confabulando atraer con la nueva simplicidad que Justin Bieber a ha accedido compartir.
¿Jueves es Domingo? o ¿Domingo es jueves?
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