Las hombreras llegaron para imponer presencia dentro del diseño de la moda actual, esto bajo la tendencia deconstructiva de los trajes para hombre, mismos que ahora toman gran importancia dentro de varios estilos masculinos y hasta femeninos.
Esta pieza, que de manera frecuente es utilizada para dar estructura y forma a los sacos, tiene un historia detrás que demuestra su innegable impacto dentro de la costura. Así, encierra una trayectoria que comienza con la antigua aristocracia, pasa por el ejército y culmina dentro de nuestros armarios.
Así, los orígenes de las hombreras se encuentran a finales del siglo XIX, cuando los hombres de poder las utilizaban para mostrar su autoridad e imponer presencia . Pero no fue hasta entrado en siglo XX, que estas piezas tuvieron especial atención como un elemento estético en tres décadas diferentes: los 40, los 50 y 80.
Por su parte, en la década de los 40, los afroamericanos y los latinos, especialmente los de ascendencia mexicana, adoptaron el estilo “zoot suit”, conocido en México como “Pachucos”, cuyo impacto propició la democratización de las hombreras. Este estilo se caracterizaba por el uso de pantalones largos, “bombachos” y holgados; sombreros como borsalinos y fedoras, asimismo, no podían faltar los sacos grandes con hombreras bastante exageradas.
Tiempo después, las hombreras fueron desplazadas, pero no por mucho tiempo, pues en la década de los 80, tuvieron su regreso impulsado por los militares o movimientos sociales femeninos. De esta forma, Los diseños de Pierre Cardin impulsaron su uso en la búsqueda de empoderar a la mujer, por eso, creó prendas que imitaban la silueta del hombre con espaldas anchas y hombros pronunciados, todo a través de piezas de sastrería.
Por otro lado, fueron las hombreras las que ayudaron a Armani a materializar su visión reinterpretada de aquellos trajes militares usados durante la guerra, creando diseños con estructuras deconstruidas, mismas que hoy vemos en looks más actuales como los que viste C. Tangana.
Por lo que respecta a la estética, las hombreras son una forma de acentuar la silueta masculina, pues dentro de su fisionomía, los hombros sobre salen del resto del cuerpo, formando una figura triangular, misma que busca resaltarse con el uso de este par de almohadillas. Aquí unos ejemplos de su uso:
La hombreras también han funcionado como accesorios vistosos que complementen el diseño.
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