Un nuevo giro histórico sacude al conglomerado de lujo Kering al tras la retirada de François-Henri Pinault, quien cede su puesto de CEO a Luca de Meo, actual director ejecutivo de Renault.
Esto supone una nueva etapa para la compañía, que durante más de veinte años, se logró posicionar como un referente del mercado de lujo global. Tal inesperado movimiento supone un cambio de rumbo que pueda revitalizar las marcas – Gucci, Saint Laurent, Balenciaga … – y devolver cierta rentabilidad frente a la drasticidad financiera que aún continúan enfrentando.
Aunque la experiencia de Luca de Meo está centrada en la industria automotriz, pero su “dinamismo y visión en el desarrollo de marca, marketing y diseño” han inspirado confianza en su capacidad para liderar una reestructuración estratégica dentro de Kering. De hecho, las acciones del grupo subieron un 13% tras su nombramiento.
La búsqueda de nuevos desafíos lo entusiasma. En un comunicado declaró estar “agradecido por este nombramiento, que supone un nuevo reto profesional”. Una decisión audaz, pero intrigante.
Esta nueva dirección concede una perspectiva fresca que podría ayudar a recuperar la confianza del cliente, apuntalando una visión que empodere un crecimiento más sostenible, pese a las complejidades de lenguaje e identidad que estriba la moda.
Hasta entonces, Pinault seguirá como presidente de Kering, mientras que el ejecutivo milanés asumirá su cargo en septiembre.
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