Mitos y realidades del consumo de ropa masculina

Encontrar moda masculina es más fácil y rápido cada año, pero salir a comprarla sigue siendo la actividad menos preferida de varios. De cualquier forma, resulta importante el hecho de que cada vez más varones sientan menos ataduras y prejuicios en torno al gusto por verse bien. Pero no son los constructos sociales lo único que los detiene, existen otros factores como el dinero y las ideologías.

De esta manera, entender la psicología del mercado masculino es vital para las marcas y tiendas minoristas, porque cada uno es distinto, aunque se dice que los hombres por costumbrismo, son consumidores necios y bastante rápidos en cerrar sus carteras en tiempos de dificultades económicas. ¿Por qué?

La respuesta más larga es que en una relación heterosexual los varones han sido educados para proveer el sustento del hogar o complacer a la pareja con regalos, mientras son novios. Así, es de esperarse que en un matrimonio, el hombre huya al ver tres ceros en una chaqueta o abrigo (aunque le haya gustado mucho), ya que debe contemplar y cubrir más gastos que el propio artículo. O bien, la respuesta más corta es que sin lugar a duda, es tacaño.

Es por eso, que los más jóvenes sí invierten en calzado, ropa y más productos de cuidado personal, pues el dinero recae sobre una persona. Según datos de Merca2.0 los jóvenes de 25 a 34 años son los mayores compradores en línea, seguido por el grupo de 35 a 44 años. ¿Qué compran? Buscan en e-commerce ropa, comida a domicilio, artículos electrónicos, electrodomésticos y videojuegos. Asimismo,  se revela que el 77% de los hombres que compran online, pagan un servicio de streaming de películas o música.

La preferencia de compra en Internet de los hombres se debe a que la experiencia es mucho más sencilla, pues con solo algunos clics, los artículos llegan a casa sin la necesidad de salir y padecer el shopping day.

Hallar al nuevo consumidor masculino no es tan simple, por lo que se ha puesto principal atención en los hábitos de compra con ojo de lupa. Se ha descubierto que los jóvenes sienten agrado por las sillas, las cuales crean la impresión de que están cómodos en tienda, incluso si no están de compras.

Los colores más oscuros también son importantes en la decoración (café, negro, tonos cálidos) y desde luego, la música, la cual se debe adaptar a sus gustos. Así, el término “cuevas de hombres” es una constante. Ejemplos como Cuidado con el perro, emplean estas características, donde los resultados se notan, así sus sucursales siempre están llenas de muchos chicos que compran ahí.

A eso, hay que agregar la siguiente declaración: “A las mujeres les gusta ser ayudadas, mientras que a los hombres les gusta valerse por sí mismos, aunque también ser guiados. No quieren que se les abalancen la primera vez que entran”, dijo Greg Unis, vicepresidente sénior de Coach. Pero no debemos generalizar, pues recordemos que habemos distintos tipos de hombres.

Lo que sí se puede verificar, cuantitativamente, son los datos arrogados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 (ENIGH) y lejos de prejuicios, miedos o comodidades, la realidad económica del país es otro factor muy importante.

Según grupos de edad, el mayor ingreso promedio para la ENIGH 2020, corresponde al grupo de 40 a 49 años con 25 mil 719 pesos, cifra que en el ejercicio 2018, era de 26 mil 613 pesos. Para el caso de menor ingreso, éste se encuentra en el grupo de edad de 12 a 19 años con cinco mil 93 pesos para la ENIGH 2020 y de cinco mil 71 pesos para la edición 2018.

Asimismo, en los hogares mexicanos los alimentos, bebidas y tabaco representó el mayor gasto con 11 mil 380 pesos; cinco mil 552 en transporte y comunicaciones; tres mil 285 en vivienda y servicios; dos mil 395 en cuidados personales y dos mil 297 en educación y esparcimiento. Las áreas en las que gastaron menos fueron: salud ($1,266 pesos) y vestido y calzado ($893 pesos).

Sin duda alguna, estos datos revelan que la moda no figura dentro de las prioridades de la mayoría de los hogares mexicanos y menos, con precios tan altos habidos en la ropa masculina.