Rick Owens nunca ha sido un diseñador convencional. A lo largo de su carrera, ha desafiado cánones estéticos, incomodado a los puristas de la moda y convertido la transgresión en un lenguaje propio. Ahora, a sus 63 años, el diseñador estadounidense vuelve a levantar cejas con una decisión inesperada: lanzar un perfil en OnlyFans dedicado exclusivamente a un fetiche específico —sus pies.
En una reciente entrevista con WWD, Owens explicó que esta movida no es gratuita ni busca la polémica fácil. Es, en sus palabras, una respuesta al “moralismo remilgado” y al exceso de juicio social que domina muchas de las conversaciones contemporáneas. “Es mi manera de decir: ‘Tranquilos, no se lo tomen todo tan en serio’. Un poco de diversión perversa también es elegante”, comentó, dejando claro que para él, el erotismo y el humor no están reñidos con la sofisticación.
Pero, como suele ocurrir en el universo de Owens, detrás del gesto hay una referencia cultural profunda. Su inspiración viene de Virginia Oldoini, condesa de Castiglione, una aristócrata italiana del siglo XIX célebre por su excentricidad, belleza y narcisismo visual. En sus últimos años, Oldoini se recluyó en un apartamento sin espejos, reduciendo su mundo a una serie de autorretratos de sus pies. Un acto íntimo, casi ritual, que Owens retoma desde la tecnología actual para cuestionar los límites del cuerpo, el deseo y la representación.
Lejos de los códigos tradicionales de la moda, Rick Owens continúa explorando lo marginal como un lugar legítimo de poder. Su incursión en OnlyFans no es simplemente una provocación digital: es una reflexión sobre el control del cuerpo, la mirada ajena y la posibilidad de encontrar arte en lo inesperado. Porque en el universo de Owens, incluso el fetiche más específico puede transformarse en una declaración estética.
En tiempos donde todo parece clasificarse, cancelarse o explicarse, Rick Owens nos recuerda que a veces la respuesta más elegante es simplemente romper las reglas.
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