Thom Browne es un narrador de historias, fantasías. Especialmente para los shows de moda, y su más reciente presentación en la Semana de la moda de Nueva York fue uno de sus mayores éxitos.
Para la colección Otoño/Invierno 2024, el diseñador americano organizó una hora de cuentos para cerrar la Semana de la Moda de Nueva York, con una puesta en escena de “El cuervo” de Edgar Allan Poe que era una fantasmagoría de poesía y artesanía en esencia.
Toda la fantasía de una historia gótica fue solo el telón de fondo para la sastrería clásica de Browne, solo que, con una visión más oscura para el otoño de 2024, con siluetas más pronunciadas, imponentes, cuadradas, estrechas y con curvas.
Abrigos, sastrería, dramatismo, maquillaje cargado, colores en blanco y negro, y una visión de cuento, los looks completaron una visión fluida entre los valores tradicionales de masculinidad y feminidad, dando la impresión que el género era lo último que importaba.
Una de las mejores cosas de Browne es su habilidad para crear ropa, pero no solo eso, sino también el concepto bajo una estética de ensueño, como si quisiera que su mente saliera por medio de cortes, telas, botones, colores, accesorio y un gusto por la belleza sólido.
En su visión de la energía masculina, con todo y trenzas en forma de antenas, así como también uñas negras puntiagudas, los sacos, abrigos, botas, chaquetas, camisas y otros accesorios como los listones que colgaban de las manos, dieron un festín visual artístico único.
Con esta colección que da claro que la sastrería no es aburrida, ni tiene género, y menos es restrictiva. Sino que los zapatos, las camisas, botones y corbatas son además de elegantes, pueden llegar a ser un coctel de visión extrovertida.
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