“El fin de una era”, “reformuló la marca” y “el encumbramiento de un nuevo ídolo pop” son solo algunos de los adjetivos más sonados en medios tras la salida de Alessandro Michele como director creativo de Gucci, luego de siete años en el cargo. Por el momento, la marca, propiedad del grupo Kering, no tiene un sustituto y solo queda recordar aquellos momentos que cambiaron a la firma italiana y la cultura pop encabezados por sus colecciones, pero también por su mancuerna con artistas como: Jared Leto, Harry Styles, Billie Elish y Lana del Rey.
Alessandro Michel (romano de nacimiento) llegó a Gucci contratado por Tom Ford cuando era director creativo de la casa de moda italiana, hace 20 años. No fue hasta finales de 2014, cuando el director general de Gucci, Marco Bizzarri, le dio la oportunidad para lanzar en 2015 su primera colección para la temporada otoño-invierno de ese año. Un suceso que definitivamente marcó un antes y un después artísticamente, pero también de forma monetaria, pues le trajo a Kering ganancias millonarias.
Un reciente informe del WWD, comunicaba a través de una fuente anónima, que a Michele “se le pidió que iniciara un fuerte cambio de diseño” y si esto fue así, al parecer, Michele se rehusó.
“Hay momentos en que los caminos se separan por las diferentes perspectivas que cada uno de nosotros puede tener. Hoy termina para mí un viaje extraordinario, de más de 20 años, dentro de una empresa a la que he dedicado incansablemente todo mi amor y pasión creativa. Durante este largo período, Gucci ha sido mi hogar, mi familia adoptiva. A esta extensa familia, a todas las personas que la han cuidado y apoyado, les envío mi más sincero agradecimiento, mi mayor y más sentido abrazo. Junto a ellos he deseado, soñado, imaginado. Sin ellos, nada de lo que he construido hubiera sido posible. A ellos va mi más sincero deseo: que sigáis cultivando vuestros sueños, la materia sutil e intangible que hace que valga la pena vivir la vida. Sigáis nutriéndoos de un imaginario poético e inclusivo, permaneciendo fieles a vuestros valores. Que vivas siempre de tus pasiones, impulsado por el viento de la libertad.” Con estas palabras, Michele dio por terminada su relación con Gucci sin más explicaciones por el momento.
Sin duda, las aportaciones más importantes de Alessandro contemplan la forma de ver la moda, conjugando el sentido de lo playfull con lo artístico y despreocupado; borrar las líneas entre lo tradicionalmente masculino y femenino, creando colecciones más genderless, ayudando así a introducir una nueva generación de consumidores más jóvenes en una industria del lujo que atiende (y sobre todo, satisface) a esos consumidores que veían en la marca un espíritu libre.
Sus inicios
Su primera colección Otoño/Invierno 2015 dejó en claro su visión artística; separada completamente de su predecesora Frida Giannini, con miras a “refrescar” la marca. De acuerdo con reportes del mismo año, las notas dejadas en cada asiento del desfile debut de Michele, citaban al filósofo italiano Giorgio Agamben: “Los verdaderos contemporáneos son aquellos que ni coinciden perfectamente con su tiempo ni se adaptan a sus demandas… La contemporaneidad, entonces, es esa relación con el tiempo que se adhiere a él a través de una desconexión”. Una forma de presentar románicamente su visión y que siguió impregnando hasta el ultimo día.
En esos momentos, la crítica destacó ese sello romántico, renovado, único y contemporáneo para vestir a una nueva generación que buscaba no solo novedad, sino coherencia entre lo imaginativo que puede ser la moda y la personalidad básica que requiere vestir.
En 2018 presentó una de sus colecciones que serán recordadas como la vez en que los modelos desfilaron con replicas de sus propias cabezas. Para el desfile Otoño/Invierno de ese año, Gucci se presentó en un escenario aséptico, equiparable a un quirófano.
La colección fue una metáfora de cómo las personas construyen sus identidades con la ayuda de máquinas y otras creaciones no naturales. “Somos el Dr. Frankenstein de nuestras propias vidas”, dijo Michele en esa ocasión. En el desfile se presentaron zapatillas deportivas con detalles entrelazados de cristales y artículos creados en colaboración con la marca británica Globe-trotter.
Celebrity icon
La relación con artistas del momento ha sido clave para la firma, principalmente con Harry Styles y Jared Leto, si de menswear hablamos, aunque como él mismo lo decía: “el verdadero cambio seria no hacer distinción entre un género y otro”.
Así, la MET Gala fue el escenario perfecto para aparecer juntos y demostrar su cercana relación, tanto física como ideológica en cuando a la ropa. Esto lo llevaron a otro nivel, cuando en la gala de este año 2022, el ahora exdirector creativo desfiló junto al actor con un esmoquin de Gucci idéntico el uno con el otro de corte setentero con solapa ancha en terciopelo negro y pantalón acampanado. El resto del esmoquin era en tono amarillo pastel con pequeños detalles de flores.
Por otro lado, el cantante Harry Styles también vivió un momento icónico junto al diseñador en la MET Gala de 2019, cuando Styles (uno de los anfitriones de la noche) llegó junto al diseñador, consolidándose rostro innegable de la marca. En dicha ocasión, el look de Harry se posicionó entre los favoritos con una blusa negra de encaje, pantalones de tiro alto, zapatos de tacón y detalles de encaje en puños.
Sus colaboraciones también fueron un punto atinado en su paso por Gucci, con Balenciaga y Adidas realizó un trabajo formidable al enlazar una narrativa coherente y que a la vez procurara el ADN de ambas firmas, dando como resultado colecciones exitosas.
Colaboraciones entre marcas
En cuanto a la unión de Gucci con Adidas, la colección fue nostálgica y contemporánea con dosis perfectas en siluetas que recuerdan a los estilos típicos de los 70. De esta forma, Alessandro Michele recontextualizó la ropa deportiva a través de Adidas x Gucci, donde los emblemáticos motivos de la firma italiana se mezclaron con los de la histórica marca de ropa deportiva Adidas, dando como resultado una combinación de diferentes mundos y significados.
En el caso de Balenciaga, Aria fue una colección de diseños donde Michele rendía homenaje a la marca francesa con guiños en sus bolsos más famosos como: Hour Glass de la casa francesa, el cual decora con el estampado Flora de Gucci; el traje enfocado en los hombros icónicos de Balenciaga. Y siete meses después, el regreso con una colección híbrida: Hacker Project, una colaboración que reinterpretó siluetas icónicas de Balenciaga con elementos fácilmente reconocibles de Gucci.
Fue definida como una “exploración de ideas de autenticidad y apropiación en la industria de la moda”, siendo que ambas marcas, tanto Gucci como Balenciaga, compartían similitudes con el que dieron un salto importante al contratar talento joven y disruptivo (en Michele y Gvasalia).
Gucci y The North Face también fueron otro acierto para Alessandro, pues, aunque ambas marcas tengan estilos diferentes, esta unión logró crear un nuevo enfoque para todos aquellos que buscan explorar nuevos caminos y nuevas maneras de vestir.
Alessandro Michele, aportó el glamur y el lujo innovador que ha caracterizado a la firma mediante estampados florales, colores pastel y lentes XL. Mientras que Tim Hamilton, el líder de The North Face, incorporó nuevas siluetas y la impresionante tecnología que ha distinguido a la marca estadounidense. Hoodies, chamarras, jumpsuits, faldas, mochilas, lentes, gorros, bolsas y botas formaron parte esa indispensable de esta colaboración.
Su última colección, Gucci Twinsburg Pimavera/Verano 2023, surgió de la innata e increíblemente personal experiencia: su la madre, Eralda, quien era una gemela y él llamó a su tía Giuliana su segunda madre. Estaba fascinado por sus intimidades secretas: “la gracia de su amor duplicado y expandido dio lugar a mi eterna fascinación por el doble, por las cosas que parecen reflejarse a sí mismas”, dijo en esa ocasión.
En 2020, el creativo habló sobre sus propias dudas con W Magazine. “Un día, me imagino que no trabajaré en la moda”, le dijo a la editora general Lynn Hirschberg. “Desde mi primera colección, siempre estoy pensando que me pueden despedir. No es una mala manera de mantenerte entusiasmado con el trabajo. Para mí, ser el diseñador de Gucci es como estar en una relación compleja”.
Hoy no sabemos hacia donde girará su talento, tal vez a formar su propia marca o alguna otra casa de moda lo acogerá entre sus brazos para seguir explorando su talento en esta industria.
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