Desde que tengo memoria o si mis vidas pasadas aprovecharon la espiritualidad de la reencarnación, la polvorienta estética arida del cowboy ha coexistido en la moda, pero siempre es reflejada en un ámbito veraniego. Obviamente, estos héroes, viven en zonas desérticas, en las que el calor absorbe sus deseos más eróticos y lascivos.
Hay muchos forajidos del oeste que buscan un modo de adoptar no tanto un estilo de vida, sino, la encantadora indumentaria endurecida por la mezclilla y cuero – dos de los materiales más usados en cuestiones gélidas. Quizás predomine el deseo es mantener tal representación, pero triturando aquella rusticidad cosplay en un acierto más elegante, moderno y funcional. El sombrero puede quedarse, eso no se discute.
¿Crees que no puedes vestirte con ropa vaquera en invierno? Se puede lograr, si existen contrastes. Tomando inspiración de la colección fall 2024 de Louis Vuitton, se ha conseguido que su naturaleza intimidante y aventurera, se convierta la brusquedad material ranchera sea elegante y callejera. Es envidiable y genial como su palpitante sentido de libertad, independencia y practica, continua prevaleciendo e inspirando de manera perversa. Resiste a los vientos despiadados con una fornida voluntad.
En este periodo del año, el cowboycore florece con mayor persistencia. Un simple par de botas con hebillas, eleva tal inspiración que fácilmente, puedes encarnar con piezas básicas que resguardas en tu closet. Admira estos looks donde el lazo ha despertado un lado autoexpresivo e intrépido. Abrocha tu cinturón. Yee-haw-brr!
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