Uno de los trends más virales y comentados de los últimos días, es el polémico “Little Mexican Core”, cuya popularidad se ha propiciado, principalmente, por personas extranjeras (en su mayoría estadounidenses) que toman lo que creen que es “la cultura mexicana” como parte de su estilo de vida, sin vivir en una realidad mexicana.
Esa misma tendencia, ha abierto una conversación en distintos medios y usuarios de redes sociales, que han reconfigurado o más bien reivindicado, la estética mexicana por medio de los famosos aesthetics, que si bien son una configuración un tanto deformada de la realidad, se incorpora honestamente dentro de los escenarios mexicanos rurales y urbanos.
El embrollo del asunto vuelve a caer en la exotización de la identidad mexicana y cruza las líneas de la apropiación cultural, así como la falta de conocimiento sobre la realidad de nuestro país. “El mexican core y el reciente interés del mundo por recordar su origen latino, es la forma en la que nos recuerdan que la hegemonía/ blanquitud puede tomar lo que quiera y enriquecerse de ello”. Una perspectiva un tanto colonialista de acuerdo con la periodista de moda Anna Nieto.
Para profundizar en el tema, la también estratega de marca con estudios en Ciencias de la Comunicación y Estudios críticos de moda por la Utadeo de Colombia, dice que: “Little mexican girl / boy core es quedarte en casa, porque tu ciudad está en llamas. La realidad del país en el que vivimos, no debería ser objeto de romantización.” Así, Nieto pone en contexto la situación, recordando que hace solo unos días, los noticieros estaban repletos de horarios con toque de queda en el norte y bajío a causa de la violencia por la que atraviesa el país.
¿Cuál puede ser el impacto cultural del mexican core?
La blanquitud toma lo que quiere y lo convierte en una micro tendencia que les dura quizá unos meses. La realidad, es que la infancia mexicana no se vive en vestidos blancos de encaje y joyas de la “virgencita”. El imaginario respecto a una nacionalidad, no solo cae en un tema de apropiación cultural, si no que nos deja en claro que la “Latinidad” está de moda, mientras unos sufren los estragos reales de su origen y otros se enriquecen aparentando un nuevo “aesthetic”.
El lado oscuro de esto, de acuerdo con la declaración de Anna, es romantizar una cultura donde claramente existe una falta que empatía para reconocer el privilegio detrás de una lucha que no te afecte directamente. “La cultura vive y no somos nosotros quienes la habitan y resisten”.
“Dejen de romantizar la vida con esa visión eurocentrista y colonial que afecta a niños y niñas por igual”
Así, bajo el termino de mexican core, múltiples expresiones mexicanas, costumbristas, iconográficas y de estilo de vida, han sido utilizadas como respuesta a esta visión “extranjera blanca” que inunda las redes sociales.
Una de estas respuestas mexicanas, queda plasmada en una de las recientes publicaciones de Trendo, que en el cuerpo de su post se lee:
“En México, le dimos la vuelta y lo volvimos chistoso, subiendo los videos de cómo realmente se percibe la cotidianeidad: camisas embarradas de salsa Valentina, playeras del Partido Verde, leyendo en el baño el ‘Quiúbole con…’. Es el verdadero costumbrismo actual: un bello paisaje de donde baila el Doctor Simi; la casa de abuelita con la taza del baño con su trajecito hecho en gancho; la tele de fondo con la Academia en Loop; más allá de romantizar la realidad, retratarla tal cual como se vive”.
De esta forma, hablar de la estética mexicana actual, debe ser un cruce entre lo tradicionalmente conocido como mexicano; como el tequila, la gastronomía, los trajes típicos o más en concreto, los charros y la tehuanas de Oaxaca, con las nuevas realidades que permean en la sociedad urbana, pero no en las capitales como tal, sino en las periferias; en las zonas populares que hacen de los rótulos una expresión gráfica sin igual del comercio; aquellos que avientan a los artistas extranjeros peluches del Dr Simi al escenario, como ha ocurrido con las presentaciones de Rosalía en México y que toman fotos de sus pueblos bajo la lluvia o bien, de los Oxxo bajo un filtro aesthetic.
@emperatriz_delantrax ✨Romantizando la vida en mi colonia popular✨#littlemexicangirlcore #fyp #fypシ
♬ Soledad y el Mar (feat. Los Macorinos) – Natalia Lafourcade
@ariteodio se lo vi a @serra_camera <33 #mexico #aesthetic #mexicocore #romanticizeyourlife
¿Girl o Boy Core?
Por otro lado, bajo la perspectiva binaria de género, el “Little Mexican Girl Core” se enfoca principalmente a las chicas, como su nombre lo indica, pero ¿qué ocurre con los hombres? ¿sucede de igual forma?
En Tiktok, también existen videos de esta representación masculina mexicana, en una fusión entre lo estadounidense y lo regional mexicano.
@eddiezuko A mi nomas me interesa la peda y la asadita 😮💨 #fyp #fashion #fit
Así, la imagen de hombre de barrio: con una playera de tirantes, gorra, jeans o simplemente con una estética más urbana, son parte de los looks esenciales que son retratados bajo esta perspectiva, pero no impacta de la misma forma que en las adolescentes mexicanas.
La vestimenta norteña, con botas, sombreros y jeans, también dan cabida a este atuendo viral que se aleja de lo que tradicionalmente se plasmaba como mexicano. Por varios años y todavía en la actualidad, algunos sectores, privilegian a los charros, al mariachi y música que formó una “identidad mexicana” a inicios de siglo. Mucho ha cambiado desde entonces, con nuevas alternativas que hablen de la sociedad mexicana actual.
En definitiva, es evidente que existe una explotación a la identidad mexicana (o incluso de Latinoamérica) a sus costumbres y al entorno. Porque como dicen: “Todos quieren ser latinos, pero no vivir en Latinoamérica”.
@hsxts13 Cualquier situación surrealista que te imagines, de seguro ya pasó en México||| #hsxts13 #fypシ #mexicocore #mexico🇲🇽 #fyppppppppppppppppppppppp #fypdongggggggg
♬ Soledad y el Mar (feat. Los Macorinos) – Natalia Lafourcade
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