No hay otro personaje de la ficción que ame tanto los zapatos, por sobre todas las cosas, que Carrie Bradshaw del exitoso show de televisión de los 90 y principios del 2000: “Sex And The City”. Este personaje ha sido un referente de la moda y la cultura pop por su amor a los zapatos. Pero en la moda masculina, no existe un personaje equivalente. Y si las faldas apenas están haciendo su irrupción, causando revuelo en el imaginario de la moda, los tacones en los hombres, aún son una puerta difícil de abrir.
De esta forma, las apariciones de hombres en tacones no son nada nuevo. Con escenas homoeróticas, el video de la “Reina del Pop”: Madonna incorporó en 2012, bailarines en zapatos de tacón que la acompañaban en una sensual coreografía.
El sonido de los tacones se oye cada vez más cerca para anunciar que los diseñadores más arriesgados como Rick Owens, están aquí para hacer del calzado alto, una posibilidad más en el armario masculino. Por otro lado, la historia nos recuerda que en un inicio, las zapatillas fueron usadas por los hombres para después ser adoptadas por el género femenino, convirtiéndose en un icono de poder, elegancia y seducción.
El primer estilo de zapatos altos se remonta al Imperio Persa del siglo X. Los soldados que montaban a caballo usaban tacones para asegurar sus pies en los estribos y darles impulso cuando peleaban. Este mismo concepto fue adaptado nueve siglos después por el vaquero estadounidense.
El interés que trajo desde Persia inundó la Europa Occidental. Los zapatos ahora llamados estilo persa fueron adoptados rápidamente por aristócratas que buscaron tener una apariencia viril y una masculinidad que sólo podía alcanzarse calzando zapatos de tacón. Pero cuando este calzado llegó a las clases más bajas, la aristocracia, para distinguirse del resto, aumentó considerablemente la altura de sus zapatos.
Dicho simbolismo resurgió en Francia en el siglo XVII bajo la monarquía del rey Luis XIV, quien utilizó el calzado alto para distinguir, tanto la clase como la preferencia. En 1670, proclamó que solo los miembros de la clase noble podían usar tacones. Asimismo, dentro de este grupo, solo permitió que sus cortesanos favoritos vistieran de rojo (su color de elección).
En las calles empedradas y llenas de barro de la Europa del siglo XVII estos nuevos zapatos no tenían ningún valor, pero ese era el punto. “Una de las mejores maneras de tener estatus social era a través de costumbres imprácticas”, dice Semmelhack del Museo Bata Sho en Toronto, agregando que la clase alta siempre usó ropa poco práctica, incómoda y lujosa para anunciar su estatus privilegiado: “No eran la clase trabajadora y no tenían que caminar muy lejos”.
Hasta la fecha, los tacones no son referente de un calzado funcional. Siguen teniendo un gran poder de estatus y sobre todo, está relacionado con la elegancia, al menos en la moda femenina.
Los tacones del siglo XXI
En la moda masculina, la incursión de los tacones, trajo consigo distintas variantes: Con plataforma o sin ella, con aplicaciones de brillos; con tacón cuadrado, de punta y plataforma.
Hoy en día, los zapatos de tacón para hombre vuelven a estar en auge, gracias a marcas como Rick Owens y Christian Louboutin. Los amantes de la moda lo ven como una oportunidad para ser audaces, así como seguros de quiénes son y lo que proyectan.
Para la colección Primavera/Verano 2020 de Mugler, el diseñador introdujo los tacones a sus diseños masculinos, con una punta muy pronunciada, pero sin ser demasiado altos.
En la última década, las pasarelas de: Dsquared2, Thom Browne, Balenciaga y muchos otros, han tenido modelos masculinos en tacones, creando un renacimiento del calzado en la moda masculina.

J.W. Anderson, Otoño/Invierno 2014

Saint Laurent, Otoño/Invierno 2015

Dsquared2 Otoño/Invierno 2017

Thom Browne, Primavera/Verano 2018

Rick Owens Pimavera/Verano 2020
Wisdom Kaye, influencer de moda estadounidense tiene sus propias conclusiones respecto a los tacones altos:
“Simplemente me gustan los tacones sobre los planos. Las botas se ven mejor con un tacón más largo y estéticamente, se ven mejor. Esto no tiene que ser un tacón de cinco pulgadas de ninguna manera, pero tener un tacón con una forma agradable, hace una gran diferencia en ciertos estilos. Es cierto que todos mis tacones los he comprado en línea, pero he ido a las tiendas a leer de vez en cuando. Las marcas que tienden a ser más vanguardistas y experimentales son espacios más seguros, según mi experiencia, simplemente porque todos los que compran en esos espacios suelen llevar algo loco de todos modos”.
“Mi tacón favorito absolutamente proviene de la mente de Rick Owens. Tengo cuatro pares de botas Kiss y realmente no creo que se queden en cuatro para siempre. Con un asombroso tacón de cinco pulgadas, me siento en seis pies con nueve cada vez que los tengo puestos. Se ven geniales y realmente te hacen sentir como si fueras el dueño de cada habitación en la que entras”.
¿Te animarías a vestir con seguridad algún tipo de tacón?
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