Joyas sin género, sin límites, sin miedo: Aarón Changpo el mexicano que conquisto la galaxia

Me encontraba nervioso por hablar con aquel hombre que conquistó el espacio. No me estoy refiriendo a un holograma astronauta norteamericano Neil Amstrong, más bien, a un ser que voló nuestra limitada imaginación al ser el intermediario de una intergaláctica declaración de amor eterno, que ni el infinito del universo puede diluir. 

Era intrigante y emocionante platicar con Aarón Changpo. La interconectividad de Zoom permitió explorar la mente del fundador de Varon. Esta casa de joyería “orgullosamente mexicana” que busca romper moldes, anhelando que sus creaciones trascendieran más allá del género y la tradición. “Realmente inició como un ejercicio de querer expresarte”, comentaba. 

Perteneciente a una familia dedicada a la producción de joyas, era ineludible una sensibilidad y magnitud creativa tan desarrollada que potencia una inventiva vanguardista más enriquecedora, sujeta al arte, historia y cultura. “Los mayas y los aztecas y los olmecas trabajaban muchísimo con esos elementos, con el oro, con la plata. Y creo que pues eso igual enriquece muchísimo como que el día a día de la marca, aunado a que obviamente ya de manera contemporánea”. Instruido en artes visuales, potencializa todo con mayor ingenio, su sensitivo talento.

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“Tenemos una gran historia con el trabajo de piedras y materiales de aquí, como la obsidiana, la piedra volcánica, el jade, las conchas”, expresaba con orgullo. Inesperadamente, la odontología le ha brindado flancos, oportunidades y soluciones en la realización de sus creaciones. “Mi mamá es dentista”, confesaba con orgullo.

Relataba que esa dimensión médica, la tecnología que usan para extraer una incómoda muela del juicio o ajustar la durabilidad de los temibles e incomodos brackets, le ha valido como una apreciada herramienta que la colocado como un sigiloso pionero y revolucionario.  

Sus pulseras y anillos, son objetos pulidos y lijados con una boyante, lucidez radical. Aprecias el uso de la tradición, pero ese gramo de subjetividad que brilla con el erotismo provocativo de su línea. Con tan solo observar la cegadora filosidad lijada, te sientes atraído por un diseño que embellece la aspereza de la silueta humana. 

En ese sentido, su apuesta radica en la inclusividad. Derrumba nociones misóginas respecto a que todos merecemos vislumbrar nuestra personalidad y modificar ciertos aspectos sociales hasta lingüísticos. “Me sorprende bastante que el mismo diccionario de las lenguas en todos los idiomas haya cambiado. Yo hice una invitación a la masculinidad a la joyería”. 

Coincidiendo en el punto que la indumentaria varonil ha trascendido con un espíritu andrógino, destacó una inicial preocupación por la falta de originalidad y creatividad en el sector, aprovechando esa oportunidad para pulir una fortuita brillante visión. “Cuando yo veía que todas las marcas eran más bien para mujeres, yo dije ‘como que también tengo que expandir la representación en todo’”, añadió. 

Esa inclusión no solo es para su clientela, también la usa para experimentar y pulir su imaginación. “Yo también la uso para unir materiales”, revelaba con humor. “Al oro lo revolvemos con plástico o agarramos resina y plata, y le ponemos cristales de laboratorio. Básicamente, es crear un mood, una identidad”. 

“Es muy difícil ser original”, confesaba. Precisamente, Aaron lucha por crear insólitas piezas. Esa autenticidad le ha dotado de jubilosas y eufóricas venturas, consolidando su nombre, internacionalmente. La colección Spring 2025 de Willy Chavarria que fue un nítido rayo de esperanza que consolaba los impertinentes atropellos que sufre la comunidad latina en Norteamérica. Aquella suntuosa protesta (debut) que realizó en París, defendió a sus abatidos hermanos, fue una gloriosa señal divina. Sus refinados trajes cholo, fueron santificados por los beatificados crucifijos dorados de Varon. Un objeto que representa humanidad y redención, valores que comparte una elocuente hermandad de creativos, siendo la oportunidad glorificada de Changpo de trascender al paraíso. 

“Fui contactado por su studio manager y partí a Nueva York” contaba exaltado. “Estuvo chistoso porque ellos tenían una idea de lo que querían hacer. Tuvimos que incorporar muchísimo de nuestro ingenio y conocimiento y la verdad es que nos quedaron muy bonitos” y lo eran. Una majestuosidad santificada por su mano. “La marca de Willy es súper chicana Mexican, inspired como las contraculturas que se forman en Estados Unidos y eso queríamos acentuar”. 

Esa hazaña, fue un punto de reflexión sobre cómo la amistad es un factor primordial para triunfar y sobrevivir en la industria. “Mi sueño era colaborar. Involucra energía y un pensamiento autónomo”. Asimismo, destacando entre sus logros, la inauguración de una boutique que reúne a una colectividad de formidables artistas. “Es un 80% joyería la tienda, pero el otro 20%, son gente que hace cerámica, que hace bolsos. Son amigos y compañeros, que tiene ese achievement de calidad que nosotros manejamos, en sus otras áreas de trabajo. Una simbiosis”. 

“Ahorita estamos viendo un momento muy particular en el mundo donde los latinos nos tenemos que unir”, manifestó. Su obra casi metafísica, te deja con pensamientos agridulces y reflexivos. 

Las expresiones conceptuales de Aarón son sustanciales y prosaicas. Tiene un sentido y frenesí tan humilde como revolucionario. Su trabajo es significativamente cándido, profundo y asertivo. Realmente, son flamantes sus efímeras propuestas, al grado de utilizar lo ordinario y convertirlo en una ilusión metálica excepcional. El lanzamiento de su nueva colección es un arduo trabajo de ochos años, bautizada como “Basta Auto”. “Es una oda al diseño automotriz, pero también es como un ensayo. Quiero hacer una reflexión sobre cómo el humano se disuelve y transforma”. Por supuesto, no veremos Hot Wheels colgando en perlas o cadenas, esto es seriamente sutil e íntimo.“Será una abstracción plasmada en gemas y resina en acrílicos, forjada en diamantes y zafiros. Es un step up que anhelo lanzar pronto”. 

Sus anillos de compromiso que tuvieron 44 días en órbita, confirmaron que el universo está de su lado. Un cometa que perdurará, eternamente.