Ken, el eterno compañero de Barbie y su rol en la masculinidad

Con todo el furor y la expectación que ha causado el lanzamiento de Barbie protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, es imposible no hablar también del papel de Ken dentro de la vida de la muñeca más famosa y querida de la hsitoria. Así, la imagen de este compañero y galán, también lo ha hecho parte de la historia de Barbie, dotándolo de un rol masculino interesante dentro de la sociedad, de la moda y se ha incluso colado en la comunidad gay.

Para hablar de Ken es necesario viajar al pasado, precisamente al año de 1961, cuando Mattel (marca internacional estadounidense fabricadora de juguetes y entretenimiento) introdujo al muñeco en a la vida de Barbie como su contraparte masculina, esto dos años después de su lanzamiento oficial. Fue Elliot Handler, también creador de Hot Wheels, el responsable de llevar a estos dos personajes a las estanterías.

Pero para quien esté un poco perdido sobre el origen de este personaje ficticio, Ken es de Willows, Wisconsin, al igual que Barbie; y cuenta con una línea de ropa, así como de accesorios. De la misma forma que la muñeca, Ken destaca por la variedad de oficios a los cuales puede dedicarse, lo que lo ha llevado a tener, hasta la fecha, más de 40 ocupaciones. De acuerdo con la historia de Barbie, ellos se conocen en el set de un comercial de televisión, para después convertirse en novios.

Simbólica y socialmente, Barbie y Ken han sido descritos como los dos muñecos más populares del mundo. Con una carga culturalmente importante; han representado a las comunidades acomodadas de todo el mundo, al convertirse en un vehículo para la venta de mercancías como accesorios y ropa, idealizando un estilo de vida elegante que se pueden compartir con amigos adinerados.

Por otro lado, a lo largo de la existencia de Ken, su imagen ha cambiado poco, en comparación con la de Barbie, y esto ya habla mucho sobre la exigencia en cuanto a géneros. Uno de sus cambios más significativos, lo propició un curioso arete mágico en los noventa. Si bien, la figura masculina se ha explorado poco en los muñecos de plástico, las recientes imágenes de Ryan Gosling interpretando a Ken, han disparado los comentarios respecto a la posible homosexualidad del personaje.

La razón de dichos comentarios surge a partir de que el aspecto de Goslin como Ken es idéntico a la versión del juguete de los 90; época en la que la idea original de lanzamiento, de mostrar a un Ken “a la moda”, fue tergiversada gracias a la comparación con la idea que se tenía de la comunidad homosexual de aquel entonces. Comparación que se creo a partir de un collar que el muñeco traía como accesorio, el cual fue asimilado como un anillo que se utilizaba en el pene.

Al respecto, Mattel desmintió tal situación, pues no buscaban vinculación alguna con la comunidad homosexual, misma que, en ese momento, atravesaba por una pandemia de VIH.

 

Pero esto no es nada nuevo. Pues la figura del muñeco, tiene una larga historia como símbolo gay, cuestión que lo ha llevado a ser víctima del machismo por los cánones masculinos de la época. Así, la vibra kitsch que sobresale en el muñeco, ha sido estereotipo de los hombres homosexuales, reforzando su identificación socialmente convencionalizada.

Por otro lado, Ken también representa aquel hombre cuidadoso de su imagen; consciente de su alrededor, carismático, fashionista, rubio y sin músculos pronunciados; características totalmente opuestas a otro muñeco igualmente famoso: Max Steel. Este último, masculinamente aceptado, por ser castaño, deportista, aventurero, fuerte y no estar involucrado en la moda. Dos arquetipos opuestos de masculinidad, representados en simples muñecos de plástico.

Sin duda, la próxima versión en live action  de “Barbie” abrirá un nuevo capitulo en la historia, tanto de la muñeca como de Ken, y en ella quedaran plasmadas las nuevas direcciones de ambos arquetipos de género, abriendo una significativa brecha de valores, mismos que agraden o no la sociedad.