La moda siempre atiende a las ideologías sociales de cada época, sobre todo, en cómo se quieren ver o sentir de acuerdo a inquietudes e identidades de ese momento. Corrientes artísticas como: Romanticismo, Barroco o Modernismo, influyeron en las artes como: la literatura, pintura, arquitectura y por supuesto, la moda. Pero ¿de qué manera lo hicieron? Aquí algunos datos que dan cuenta de ello.

Renacimiento

Este periodo fue un amplio e importante movimiento cultural producido en Europa en los siglos XV y XVII. Sirvió de transición entre el Medioevo y la Edad Moderna. El Renacimiento se caracterizó por el retorno a las raíces grecolatinas clásicas de Occidente, lo cual significó una revalorización de sus mitos, sus discursos y su filosofía.

Por su parte, la indumentaria masculina consistió en el uso de camisas de corte amplio, cuello fruncido (después gorguera) con bordados en color negro, rojo, azul o dorado; la mangas (algunas veces desmontables) solían sujetarse con agujetas. Encima, utilizaban el “jubón”, una especie de armadura, que gracias a su relleno en hombros y pecho, resaltaba el torso de los hombres.

Otro rasgo de la época, fue la destacable intervención de colores brillantes aplicados en parches con estampados de rayas, cuadros y triángulos. Para la parte inferior, los hombres usaban una bragueta como accesorio en la entrepierna, también llamada “protector”, con relleno que sujetaba el jubón, y por debajo de este, las medias y zapatos de “pico de pato” cuadrados, punta ancha y redondeada complementaban dicho atuendo. Y cuando el clima lo requería, solían hacer abrigos acolchados con heno que eran llevados por encima de todo.

Cabe destacar, que los materiales principales para la elaboración de todas estas prendas eran: el lino blanco, el tafetán y el planchado.

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Romanticismo

El romanticismo surgió entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Alemania e Inglaterra. El movimiento romántico está basado en la expresión de la subjetividad y la libertad creadora, en oposición al academicismo y el racionalismo del arte neoclásico. Con esto, rechazó la rigidez académica del neoclasicismo que, para entonces, tenía una reputación de frío y servil al poder político.

En la moda, esto se vio reflejado en la incursión de los sastres con una firma propia y la aparición de las revistas de moda y damas. En este sentido, la llamada “moda romántica” destacó por la ropa de usos sociales, en donde el vivir cotidiano estaba unido a las rígidas costumbres establecidas. Existía un estricto protocolo que elegía la indumentaria adecuada al decoro de cada actividad: el diario, el paseo, la visita o el baile; y a los distintos acontecimientos sociales, políticos o religiosos.

La forma actual en la que vive este estilo de moda, se ve reflejada en los tejidos, por ejemplo, aquellos naturales, como: el algodón y el lino; en cortes, fluidos, drapeados, geométricos o lineales, y en adornos como el bordado o el encaje. Todo con el propósito de delinear una silueta suave.

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Barroco

El barroco contrastó con el Renacimiento por expresar una sensibilidad pesimista, desengañada, crítica y compleja. Así, en el arte, representan una época inquietante desde el punto de vista psicológico, cultural y social, además de político y económico.

En cuanto a la estética, el Barroco es designado a todo eso que está excesivamente recargado u ornamentado. En este sentido, tres elementos pueden ser considerados fundamentales de su imagen: el efectismo, la espectacularidad y la emocionalidad.

Por su parte, la vestimenta barroca se distinguió por el uso de prendas amplias, muy ornamentadas en colores vivos, brocados de seda y encaje. En el caso de los hombres, consistía en un “justillo”(prenda interior sin mangas que ciñe el cuerpo) ajustado y hasta la cintura, que a hasta finales del siglo XVII, iba decorado con bordados y cintas.

En cuanto a la camisa, solía llevar los puños atados con cordones y cuello alto, además, sus mangas iban vueltas, revelando su excesiva ornamentación. Asimismo, en el atuendo, se dejaba ver un chaleco que se extendía hasta la rodilla, área en la que de manera común, terminaban los pantalones y le seguían un par de medias de seda en color blanco. Todo esto, sin olvidar la imprescindible presencia de las pelucas, complemento clave de este época.

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Modernismo

El modernismo se caracterizó por la rebeldía creativa, un refinamiento aristocratizante y narcisista, así como un culturalismo cosmopolita, pero su aporte más importante, a las letras hispanas, fue su profunda renovación del lenguaje.

El estilo modernista fue sobre todo decorativo y sus manifestaciones más características tuvieron lugar en el campo de las artes aplicadas: cerámica, vidrio, joyería, grabado y cartel.

Por otro lado, la indumentaria masculina de  dicha época, siguió la línea de la elegancia y sobriedad que caracterizó la forma de vestir de la burguesía a lo largo del siglo XIX. La calidad y riqueza de los vestidos se reflejaba en un corte perfectamente cuidado, sin ninguna arruga. Los tejidos eran telas de paño o de lana como el tweed o cuadro “Harris”.

El “terno” era el traje más utilizado por las clases acomodadas, y a menudo, estaba formado por: chaqueta, chaleco y pantalones a juego. Debajo se llevaba la camisa blanca con cuello y puños almidonados. Los pantalones se sujetaban con tirantes y generalmente, el conjunto se completaba con un corbata o pajarita, además de un sombrero y bastón.

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Referencias

Concepto De

Diccionario textil

Museu Téxtil

Cultura genial

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