Miércoles 24 de junio.
Por primera vez, un grupo de personas LGBT nos reunimos en un lugar desértico del país, donde nos repiten constantemente, solo por “salir del clóset” y a forma de burla, que aquí no llueve porque hay mucho joto.
Hoy me levanté con ganas de contarte sobre todas mis primeras veces. La primera vez que alguien me dijo que actuaba como mujer, no entendía porqué estaba mal. Tenía como 5 años y la verdad no entendía por qué era algo tan malo el hacer las mismas cosas que mi prima, que mi mejor amiga. Me acuerdo que la primera vez que me dijeron eso, vino acompañado de un regaño y de un castigo.

Fotografía: Gio Cabriales.
La primera vez que alguien me preguntó que si era “joto” yo no entendía a que se referían, ¿por que a la gente le interesa tanto nuestras vidas? ¿por qué les causa tanto conflicto ver algo diferente? La primera vez que alguien me preguntó si era joto (ya en la secundaria, cuando sabía a lo que se referían) sentí que se me cayó el mundo. Trabaje tanto, por tanto tiempo. Trabajaba constantemente 7 días a la semana analizando cada movimiento que hacía, cada tono y cada palabra que salía de mi boca, cada manierismo y cada pensamiento que compartía. Tanto trabajo, tanto cansancio que me había provocado, echado a la basura. Alguién me preguntó si yo era joto. Lo descubrieron. Ya me chingaron.
Yo me los chingué.
La primera vez que tome a un hombre de la mano, ¡no mames! Todavía me acuerdo como sentí arribita del ombligo. Estiró su mano hacia mi en la calle de una ciudad vecina y me dijo que nos tomáramos la mano como una broma para todos los demás que no nos conocían. Agarré su mano, áspera y firme. Me reí poquito. El pensó que porque era una broma divertida, pero ese día entendí muchas cosas sobre mi.
La primera vez que alguien me regaló una flor, yo estaba en mi facultad cuando él me habló para que lo viera afuera de la biblioteca. Fui a verlo y tenía unas flores en la mano. “No mames que son para mí” pensé. Me acerqué. Vi estas flores y me acordé de ti, me dijo. Luego se lleno mi cara de un calor increíble y le di un beso en la boca. Sabía a jugo de naranja. No supe como explicarle a mis amigos de dónde venían esas flores.
La primera vez que entendí una canción de amor estaba en una mesa chiquita de un bar de una mujer que se llama Alba. Alba se acercó a decirnos que nos veíamos muy enamorados, y que nos iba a cantar una canción. Se subió a su escenario y empezó a cantar. Enrique me agarró la mano fuerte y lo voltee a ver a los ojos, en eso Alba me puso el micrófono cerquita de mi boca y canté: toda una vida estaría contigo, no me importa en qué forma ni dónde ni cómo, pero junto a ti… Se me salió una lágrima y le di un beso. Había escuchado muchas veces esa canción, pero no fue hasta esa noche cuando entendí a lo que se refería. Esa fue la primera vez que entendí una canción de amor.
Esta bien cabron que nosotres como comunidad LGBTI podamos hacer que el hecho de amar, se convierta en un acto político y de resistencia. Somos afortunados de poder usar el amor para resistir a un sistema que nos repite constantemente que lo que hacemos está mal, que así no es “como debe ser”.
Hace unas semanas escribía para visibilizar la violencia estructural que las personas LGBTI vivimos, me dijeron que escribiera para que las personas que no se identifican como LGBTI, entendieran lo que pasa en nuestras vidas, pero ahora, al final del mes de “el orgullo” quise escribir algo que me hubiera gustado leer hace 5 años. Quise escribir para recordarte que no hay nada malo en ti, que no eres un error y que definitivamente no eres producto ni de violaciones ni de desórdenes hormonales. Quise escribir para recordarte que eres bellisimx, que eres amadx y que no hay nada de malo en amar a alguien sin importar su sexo o su género y no hay nada malo en verte diferente a lo que esperaban de ti. Nos hemos enfocado en visibilizar la violencia, olvidando que también es importantísimo el recordarle a personas que no han decidido ser abiertas sobre su identidad de género u orientación sexual, que las cosas van a estar bien cuando decidan “salir del closet”.
El ser abierto y honesto contigo mismx, te prometo, te va a hacer la persona más chingonamente feliz que podrías llegar a ser.
Este texto esta dedicado para Victor, para que pronto me platique las primeras veces que sintió el amor.

Fotografía: Gio Cabriales.
Gio Cabriales es un creativo originario del norte del país, dedicado a contar las historias que deben de ser contadas.
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