Estamos en el mes del orgullo y en este medio siempre nos hemos caracterizado por dar voz a todos los perfiles en todos los contextos, porque la diversidad ha existido, existe y existirá en los diferentes ámbitos de la vida, incluyendo el arte.

Sabemos que no es necesario que sea el mes del orgullo para hablar de arte queer (de hecho nosotros lo hacemos durante todo el año) pero sí es necesario enaltecer durante esta temporada todos aquellos discursos gráficos que pelean abiertamente en contra de la represión de identidad y por eso entrevistamos a Mar Coyol.

 

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Nacido en el Estado de México, Mar Coyol es un artista transdisciplinarie, militante de la opresión del sistema sexo/género colonial que estudio en la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM.  Sus investigaciones se enfocan en la relación cuerpo-género-raza-imagen, con interés en prácticas disidentes, cultura cuir, la construcción de la masculinidad y transfeminidades.

¿Qué significa para ti ser queer? ¿Cómo has resignificado esta palabra a partir de tu experiencia personal?

Antes de ser queer me nombraban jota o prietx. Para mi ser queer, fue empezar a nombrarme a mi misma porque al autoreconocerme y amarme, aprendí a habitar mis cicatrices, abandoné lo queer-blancx-colonialista, porque a mi me atravesaba la precariedad, la pobreza, la ruralidad, el sexilio, la desindigenización de mi ascendencia Otomí y Nahua, las opresiones de raza.

Abandone lo queer porque era reconocerme desde la mirada eurocentrada marcada por los estudios de género, gay-lésbicos queer, con el ojo que borra las formas de sexualidad y experiencias diversas que no se nombran en las siglas LGBTIQ+, por pertenecer a diversidades periféricas, rurales e indigenas, existentes hace más de 500 años.

Las existencias, vivencias y experiencias de lxs Muxhes, lxs Hisras en la India, lxs Berdache en EUA, lxs Omeguid de Panamá, Lxs Fáafafines en la Polinesia Franca, los Tow Spirit en Canadá, lxs Timbira en Brasil, lxs historias de lxs Musahiqaat nombradas por la investigadora palestina Samar Habib, y la famosa historia de Cotita de la encarnación en México narrada desde una visión colonial de la culpa y el pecado, son ejemplo de identidades dentro y fuera del espectro queer – LGBTIQ+ – eurocentradas. 

 

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Es importante mencionar que parte de la colonización fue un proceso de heterosexualización y violencia colonial contra el sodomita, contra los nefandos y las sexualidades no binarias, como mencionan las académicas feministas Oyèrónkẹ́ Oyěwùmí y Paula Gunn Allen, evidenciando el sistema colonial de sexo-género.

Atravesé del queer al Cuir. Actualmente me posiciono desde la militancia del sistema colonial sexo-género, para mi habitar ese espacio es: Cuidar las vidas de lxs personxs de las disidencias sexuales racializadas, es decir cuidar mi propia vida; Es aprender a a(r)mar mi piel morena, prietx y afeminada, que se ha convertido en todo rechazo a la opresión, una revuelta para cuestionar los imaginarios raciclasitas y colonialistas, engrosándola para combatir este mundo que criminaliza, exótiza e invisibiliza a lxs cuerpxs obscurxs; Es celebrar con furia organizada, con fuego en la sangre, charangueando las cumbias y los cantos desde nuestra propia voz, desde la creación de comunidades y espacios seguros.

 

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¿Crees que el arte con ideología queer implica que también es arte antiracista? ¿Por qué?

Una icónica frase, responde esta pregunta “LO QUEER NO TE QUITA LO RACISTA” enunciada en el archivo fotográfico de la acción La indocumenta(dx) realizada por parte del proyecto No existe sexo sin racialización llevado acabo en junio de 2017 en Intermedia, Matadero Madrid, o la también icónica frase “CALLATE BLANCA” de la activista antirracista trabajadorx sexual Rebe Lope. Evidenciando que hace falta romper los ciclos de violencias coloniales estructuralmente racistas en los espacios que creíamos seguros en la escena Queer-Cuir-Feminismo-Colectivas LGBTIQ+ construidas desde el pensamiento blanco-colonialista-europeo. Hace falta mucho trabajo de calle y autocrítico de nuestras disidencias, arrancarnos al colono que llevamos dentro, abandonar toda “fragilidad blancx”, escuchar y dejar hablar a quienes siempre hemos tenido voz, enunciando las violencias raciales que nos atraviesan a las disidencias sexuales racializadas.

Una practica artística con estrategias antirracistas, se va dando cuenta que el mismo arte desde su construcción es racista; pienso que estas estrategias utilizan sus metodologías del arte para cuestionar la negación y la invisibilización de nuestras historias y representaciones en los imaginarios de la historia del Arte Mexicano, esto es evidente porque la misma fundación del Estado niega la existencia de comunidades, grupos, personxs que encarnan las violencias coloniales, las indixs, las afromexicanxs, cimarronxs, las prietxs, las maricxs ruralxs y feminidades y masculinidades subeversivas, las personas trans y no binarixs, personxs de la disidencia sexual racializadxs de las naciones indigenas.

En la historia del arte y más en la historia de las visualidades, como la pintura, el video y la fotografía es sumamente excluyente, colonialista y racista, desde ¿quién representa y es representadx?, ¿quién tiene la economía y tiempo para ejercerla?, ¿quién nombra lo que entra en el circuito del arte y quién no?, ¿quién habla del racismo y colonialismo?, ¿quién es victimarix y quién es víctimx? ¿quién niega la existencia de las prácticas racistas y colonialistas?, ¿quién salva a quién y le da espacio y voz a quién? Hay una deuda enorme con las disidencias sexuales racializadas y me da gusto que este es el momento de hablarlas, sanarlas y proponer otras estrategias que agrieten la matriz colonial. Recuperando nuestra historia, saberes y escribiéndola desde nuestras voces y cuerpxs propixs. 

 

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¿A qué lugares te gustaría llegar con tu obra?

Los lugares a los que me gustaría llegar con mi obra, son lugares de ensueño, que poco a poco se van construyendo, a los que apostamos varias, lugares en donde quepan otrxs mundxs, que sean posibles, dignos y vivibles para los condenadxs del mundx como diría Franz Fanon, un mundx donde no hayan racistxs, clasistxs, hemolesbitransfobicxs, heterosexistxs, etc. Un mundx en donde el sol sea de todxs, en donde nuestras pieles pritxs recuperen su dignidad y belleza que siempre les ha pertenecido, donde podamos caminar de noche y de día, sin miedo, con vidas dignas y sin las lógicas de la competencia y la chingoneria para descalificar a los saberes y conocimientos que surgen desde otrxs ladxs. Un lugar donde la felicidad y el amarse a si mismx, no sea sólo de ciertxs cuerpxs, un lugar en donde la resistencia ya no sea posible porque ya no existen opresiones.

Y si te refieres a lugares físicos del mundo del arte, esa es otra historia.

 

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¿Cuál es tu obra de arte favorita?

Creo que mi obra de arte favorita dentro de mi propuesta artística son varias, considero al arte de una forma más abierta y sin la necesidad de ser nombrada arte por alguien más. Las piezas que más me gustan son un mural que hice comisionado por las Vickys en el emblemático barrio la Lagunilla, donde hablaba del amor, la diversidad y el barrio, el mural a un mes de su termino fue bandalizado como acto de homofobia, las calles hablaron y el México homofóbico respondió borrando los rostros de los personajes retratadxs, que eran identidades no binarias y trans racializadas.

Volví a intervenir ese mural pintando su homofobia, en campos de color rosa en los rostrxs violentadxs con consignas de celebración y protesta “Mi existencia es imborrable y nuestro amor sobrevivirá”, a los pocos días fue intervenida con otro acto de homofobia: ¡¡¡no soportaron!!!

Vickys Mural Coyol Mar 1

Mar Coyol posando frente a su mural en La Lagunilla.

Otra pieza que me gusta mucho, como parte de mi proceso artístico actual, en donde propongo espacios de encuentro y lugares seguros entre las colectivas LGBTIQ+, es unx Red de Vinculación creativa de la disidencia sexual y de género antirracista que fundé hace cuatro años, en donde colaboro con distintxs personalidadxs, abriendo y tejiendo redes y experimentando interdisciplinariamente entre laboratorixs creativxs, muestras expositivas físicas y digitales, entrevistas y diálogxs intergeneracionales como el de Los machos no nacen, se hacen / Experiencias y cuerpxs rebeldes que sucederá este 21 de Junio en CCEMX y la actual convocatoria de visualidades antirracistas llamada A TU ORGULLO LE HACE FALTA ANTIRRACISMO.

¿Quién es tu artista favorito?

Creo que tengo varixs. Amo profundamente a Pedro Lemebel, al poeta y activista Ioshua (Josué Marcos Blemonte) y lo amo más en “Cumbia gai”; a la inigualable travesti Hija de Perra y Guiseppe Campuzano y su gran legado con el Museo Travesti del Perú; a la poetiza puertorriqueña Yolanda Arrollo; también admiro inmensamente por su incansable lucha a Luckas Avendaño; a mi hermana Damian Gerardo “Xaneri” unx artista del textil muxe zapoteca; y siempre recuerdo las palabras de Audre Lorde, Gloria Anzaldua, Ángela Davis y Ochy Curiel.

 

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El discurso de Mar Coyol, como pudieron leer en esta entrevista, es de suma importancia no sólo por la investigación en materia de género que tiene detrás, también porque parte de experiencias personales de opresión y siempre va a tener un valor mucho mayor aquellos discursos que nacen de la individualidad para poder explicarte de qué forma afectan a la colectividad. El arte de Mar Coyol es político y tajante: es cuir.

Badhombra que vive su vida feliz

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