Ropa “genderless”: ¿cuál es el futuro de la ropa masculina en 2020?

En marzo de 2015 el santuario de las compras londinenses Selfridges inaugaraba “Agender”: un departamento emergente que tenía como objetivo crear una “experiencia de compra sin género”. En las tres plantas dedicadas enteramente a la moda de género neutro se podían adquirir piezas de Nicopanda, Ann Demeulemeester, Yang Li, Comme des Garçons o Gareth Pugh, al mismo tiempo que se lanzaba una campaña publicitaria protagonizada por la modelo y actriz transgénero Hari Nef.

Foto: NowFashion / Ann Demeulemeester FW ’20

En ese momento Selfridges acaparó la atención de la prensa internacional y el mundo de la moda por presagiar un cambio revolucionario en la industria del retail. Además de generar el morbo mediático por tan solo imaginar cómo lucía realmente una tienda neutral. Planteó preguntas inquietantes como: ¿Dirigirse a un pasillo asignado para un solo género podría estar  pasado de moda? Entrar en una tienda y elegir lo que nos gusta  sin importar el género parecería ser un poco utópico. Aunque lo unisex haya aparecido desde la década de 1960 y el diccionario de Oxford lo defina como: “destinado o utilizado por hombres y mujeres”, el Genderless es solo otro concepto anglosajón que parece dotar de mayor rigor y seriedad a lo que sabemos no es nada nuevo. 

Foto: Filippo Fior – Gorunway.com / Gucci FW ’20

Hace algunos años hubiera parecido irreal poder transgredir de tal manera la inexorable línea que dividía la indumentaria masculina y femenina. A pesar de que lo hemos visto con anterioridad, hoy se nos presenta como la corriente principal de los diseñadores más atrevidos del panorama actual. ¿Quiénes son?: Alessandro Michele en Gucci, Palomo Spain, Jonathan Anderson en Loewe y los diseñadores Yushan Li y Jun Zhou en Pronounce. Todos ellos regidos por una cosmovisión que ha superado los prejuicios de la concepción de lo masculino y femenino.

Foto: NowFashion / Pronounce FW ’20

Sus colecciones para la temporada Fall-Winter ’20 retuercen el género  y desprenden efluvios de opulencia, teatro y feminidad. Gracias a ellos, cada vez más se empujan los límites de la vestimenta hacia horizontes borrosos e indefinidos. Pero esto no sería nada sin la ayuda de los hombres y mujeres que sigilosamente exploraban los departamentos “ajenos” a su género en los grandes almacenes de moda.

Foto: NowFashion / Loewe FW ’20

Para una generación que busca a toda costa ser incorrectamente política, el genderless es la declaración más progresista y audaz de identidad propia. Una que le hace frente a las convicciones más avejentadas del conservadurismo social. A medida que la estrecha vereda masculina sucumbe ante las tentaciones más polémicas y liberadoras del siglo XXl, podemos ir imaginando un porvenir resplandeciente.