–¡No mame compa, sí duele un chingo!
Son las 6:03 de la tarde y hace un calor de la chingada en esta parte del país. Me están poniendo unas uñas de acrílico y nunca en la vida había admirado tanto el valor de las morras. Duele un chingo. Cómo que ya me estoy rajando. Creo que ya me rajé. Octavio Paz en El laberinto de la soledad, habla del amor de los mexicanos hacia la forma. Dice que los mexicanos estamos en un hermetismo constante en donde cualquier fisura a la forma, representaría una pérdida de la masculinidad. Si este hermetismo se rompe, si te abres, si muestras tus sentimientos o tu feminidad, se pierde la forma. Cuando te abres, la forma se rompe, se raja. Paz dice que por eso acá nadie quiere a los rajados, que porque ya no son hombres herméticos, porque ya se abrieron. Dice que por eso las mujeres son consideradas menos, porque nacieron con una rajada en medio de su cuerpo que nunca va a cicatrizar.

Fotografía: Gio Cabriales.
Les digo que nunca me había puesto uñas y la neta sí duele un chingo. Definitivamente ya me rajé. Me pusieron 4 uñas nada más, y con eso ya me rajé. Mi papá me dijo que me estaba echando a perder por andarme haciendo estas cosas, yo creo que él también piensa que soy un rajado. Las frutas cuando se rajan se empiezan a echar a perder. ¿Mi papá no se habrá dado cuenta que no soy ninguna fruta? Me puse unas uñas de acrílico larguísimas. Seguramente no voy a poder hacer muchas cosas pero me gustan mucho. Me gusta tener uñas y creo que estoy aceptando que los demás crean que soy rajado. A fin de cuentas creo que siempre he tenido algo de femenino en mi, y les digo que las mujeres ya están rajadas, así que ya no me afecta que me digan cosas negativas sobre eso. Creo que soy el primer hombre al que le pone uñas esta manicurista, inmediatamente después de ponérmelas me preguntó si quería que me las cortara. ¿Pa que me las corto si ya me rajé? Yo siento que ser rajado no es tan malo, a fin de cuentas ha sido gracias a la rajada que tengo en mi, que ahora tengo a gente enamorada de mi, dicen que les gusta que sea tan abierto. No me han dicho que por rajado, pero me han dicho que mi apertura les gusta, así que ha de ser lo mismo.
¿Por qué acá les molestará tanto cualquier rasgo de feminidad en los cuerpos que nacieron con un pene? He leído muchos textos sobre la feminidad en CDMX, he visto hombres vestidos de mujeres y he visto hombres con faldas y he visto a personas que antes fueron hombres. Bueno, en realidad nunca fueron hombres, pero antes se veían como tal. He leído sus experiencias. No se parecen a las mías. Ellxs dicen que fue difícil pero que después de abrirse fueron muy felices. Acá donde vivo, en el norte, abrirse es difícil, y cuando uno se abre, cuando uno se raja, ahí normalmente acaba todo.
Cuando uno metafóricamente se raja, casi siempre, viene alguien a rajarlo a uno.
No mame compa… Sí duele un chingo.

Fotografía: Gio Cabriales.
Gio Cabriales es un creativo originario del norte del país, dedicado a contar las historias que deben de ser contadas.
Post a comment