Ya me cansé de explicar mi orientación sexual
Las imágenes son ilustrativas y no necesariamente representan la opinión del protagonista.
El sol se está metiendo, tomé unas cervezas y estoy platicando con Marcos. Ayer lo vi en una fiesta. Hoy lo vi en la calle y platicamos un rato.
“Ah, simón compa“, le dije a marcos, nomás deja me siento un ratito, es que ya me cansé. Ahorita me levanto. Es que, ¿te acuerdas esa fiesta a la que fuimos ayer? Pinches vatos, como que ya saben que soy joto y cómo que se quisieron burlar de mí. Pinches batos, ya se que no valen madres pero qué cansado wey. Me hablaron, me acerqué y como que se burlaron de mí nada más porque saben que me gustan los vatos, y ¿sabes que hice? Me reí y me fui.
Como que piensan que somos un chiste, y con gran razón, la única representación de personas como yo que han visto han sido Paul y Carmelo; unas caricaturas de dos gays afeminados. Un chiste. Se rieron de mí los culeros, como que creen que yo también soy un chiste. Lo que más coraje me da es que no los afronté ni les dije sus verdades. Pero es que, ¿te digo algo? creo que sí tenía un poco de miedo aún. Y luego ya ves que dicen que nosotros somos los intolerantes. Si les hubiera respondido, luego luego me hubieran salido con eso de que tengo que respetar su libertad de expresión y no se qué tanto. Pero cabrón, esa libertad de expresión que ellos defienden tanto, el dejarles burlarse y esparcir discursos de odio hacia personas como nosotros ha logrado implantar una idea en cientos de personas de que la comunidad LGBT somos como objetos desechables, que se pueden matar y tirar en una bolsa, y parece que esos culeros no lo entienden. No entienden lo que sus bromas pendejas significan, no entienden que somos iguales que ellos y no entienden que somos personas complejas y con sentimientos como cualquier ser humano. Qué cansado, neta.

Fotografía: Gio Cabriales.

Fotografía: Gio Cabriales.
Es que cansa bastante, desde que decidí ser abierto sobre mi orientación sexual me dediqué a ser la persona más valiente y fuerte, que no se iba a dejar de nadie y que iba a estar alerta 24/7 por si un pendejo se quisiera pasar, pero qué cansado. No tienes idea lo cansado que es el tener que caminar con un miedo horrible cuando salgo de noche tomado de la mano con el hombre que amo, por el temor de que un pendejo se va a acercar a nosotros a lastimarnos. Ya ha pasado. Me ha pasado a mí, le ha pasado a mis mejores amigos y también le pasó a mi novio. ¿eso no te pasa a ti verdad? por eso te digo que ni siquiera puedes entender por qué estoy cansado.
¿Te acuerdas del wey en la secundaria que me pegaba porque decía que yo era joto? Yo antes pensaba que era porque era un adolescente pendejo, que todo iba a cambiar cuando yo fuera más grande y conviviera con personas adultas, pero ¿sabes qué? la verdad es que no, parece que eso no se quita con la edad, y yo ya me cansé.
De verdad estoy muy cansado. Ya me cansé de callarme y de esperar que nos “toleren”. Me vale verga si crees que lo que yo hago está mal o esta bien, yo ya me cansé pedir “tolerancia”, ahora exigimos que nos respeten.
Estoy muy cansado compa, y de verdad perdón por haber actuado así, pero es que ahorita estoy bien harto, me tomé una cerveza, y luego te cuento de mi novio y empiezas a hacer tus bromas, y la neta ya estoy cansado. Perdón por el putazo que te dí, pero ya levántate ándale, ya me senté a un ladito tuyo y ya te expliqué porque estoy tan cansado.
Levántate porque luego dicen que uno es el violento. Y yo la verdad ya estoy muy cansado.

Fotografía: Gio Cabriales.
Gio Cabriales es un creativo originario del norte del país, dedicado a contar las historias que deben de ser contadas.



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