Grafitti en las calles, mezclilla, ropa holgada, oscura; cabello teñido, prendas subversivas y un ambiente urbano, son solo algunas de las características visuales que componen la tendencia del concret core. Un nuevo estilo que encuentra, en el ambiente urbano de la Ciudad de México (CDMX), el escenario perfecto para tomar protagonismo.

Contexto

En la CDMX, habitada por más de 9 millones de personas, existe una amplia agenda cultural y de diversión nocturna con bares, antros, clubes, restaurantes, boutiques, centros comerciales, arenas, auditorios, galerías, museos y toda una gran diversidad de lugares, que ahora, con la apertura de los espacios tras la pandemia, es una realidad volver a disfrutarlos cualquier fin de semana.

Asimismo, la capital de nuestro país, es territorio de marcadas diferencias sociales con problemas de clasismo e incluso racismo, que permean en zonas clave como la poniente y sur de la ciudad. Situación que se ha visibilizado en numerosas ocasiones a través de redes sociales, ya sea por videos virales o por la concertación que gira en torno a esta problemática.

Es así, que una sociedad con marcadas diferencias sociales y económicas, a encontrado la manera de democratizar y llevar la moda a todos los rincones de la urbe, pues a diferencia del pasado, encontrarse en un estatus económico menos privilegiado, no tiene que ser motivo de vergüenza ni de negación a las tendencias de la industria. Así, las nuevas generaciones (especialmente la gen Z) buscan mostrar, que independientemente a la situación económica, se puede vestir acorde a un estilo propio, mediante la estilización adecuada de situaciones y prendas cotidianas para lucirlas en un mood cool o chill.

Esto, ha derivado en un movimiento de reivindicación, donde la moda no solo está en las altas esferas de la gran urbe, sino también en la proliferación de alternativas para consumir ropa como lo son la popularización de la paca, prendas de segunda mano o bazares digitales con precios accesibles y diferentes, en comparación a las “ofertas” de los centros comerciales. Todo esto, también cobra sentido y relevancia ahora que se busca una solución de consumo sustentable.

Concret core

Como su nombre lo dice, el concret core retoma aspectos del concreto, asfalto (calle) y ciudad, no solo porque existe en el entorno, sino por su parecido en el color, texturas y concepto adoptado en la ropa. En un intento de conciliar y quitarle el estigma negativo a la moda callejera, las editoriales de moda, influencers y celebridades han visto en esta forma de vestir, una nueva dinámica de estilo y consumo; una oportunidad para que la ropa agresiva (que toma aspectos descuidados para mostrarlos como un estilo propio) luzca con un feeling relajado, rebelde y en contra de lo socialmente visto como “bien vestido”. Siempre provocativo, donde la influencia queer también está presente por ser única y fuera de lo normativo para la moda masculina.

En la moda masculina, el concret core se traduce en aquellas prendas que están presentes en personajes inovadores del Internet, cuya residencia está en la Ciudad de México o se mueven en el área urbana del centro de México, pero por su impacto permea a nivel nacional. Ellos son:

De las principales innovaciones en este estilismo, está su afición por looks cargados de texturas, prendas deconstruidas, holgadas, (influenciados también por marcas como Balenciaga) el uso de un lenguaje visual callejero (principalmente teniendo a la Ciudad de México o cualquier otra ciudad como referentes),  irreverentes a su manera, ya sea por su actitud o estilo queer. Por último, pero no menos importante, estos grandes exponentes del concret core proyectan comodidad y libertad.

Claves de su lifestyle

No invertir demasiado dinero, tanto en accesorios como en prendas. Se privilegia la cultura costumbrista, como ir por camotes, esquites, un elote, al tianguis; al del “Chopo”, la Cineteca o algún lugar en el centro de la ciudad que incluya usar transporte público como el metro, los microbuses y combis.

Prendas: En su mayoría, los pantalones de mezclilla son siempre constantes en los looks que presentan. Ya sean cortos o largos, tank top, playeras, camisas, pantalones cortos, zapatos, botas, tenis, chaquetas oscuras.

Accesorios: Gafas, tote bags, riñoneras, bolsas de mano mano, tatuajes, maquillaje, accesorios como aretes o piezas decorativas faciales.

Detalles: Prendas con siluetas holgadas, ligeras, cómodas (que aunque sean ajustadas, los materiales proporcionen comodidad), las botas son de estilo punk, calcetas blancas a manera de contraste con los looks. Por otro lado, las prendas básicas como por ejemplo: blazers, corbatas, camisas o incluso, los pantalones tienen algún detalle como textura, tela, color. Rompen con lo tradicional al ser estaileados de diferente forma; tendencia a lo deconstruido como las prendas subversivas.

Aquí, un moodboard conceptual para tener la inspiración completa.

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