Dicen que todo lo que sube tiene que bajar ¿será el caso de Balenciaga? Desde ayer, la marca de lujo francesa atraviesa por una de sus mayores crisis de imagen debido a una singular compaña lanzada la tercera semana de noviembre, donde mostraba su más reciente colección Balenciaga Objects, compuesta de utensilios y objetos para el hogar, además de bolsos.

La punta del iceberg: una sesión fotográfica con infantes y peluches, así como objetos asociados aparentemente al sadomasoquismo. Lo profundo: un fragmento de la página 11 de la sentencia del caso Ascroft v. Free Speech Coalition, en 2008, por el que la Corte Suprema de Estados Unidos se pronunció en torno a la pornografía infantil virtual.

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Balenciaga en 2022

Balenciaga es un referente obligado en la historia de la moda con un gran peso gracias a su fundador: Cristóbal Balenciaga, famoso por sus diseños y sobre todo, por el trabajo manual en la confección de vestidos de Alta Costura. Pero de eso, solo queda el recuerdo, pues desde hace algunos años, la marca ha optado por una política de venta y branding (proceso de posicionamiento para construir la imagen de una marca) en torno a la controversia, rosando los límites entre el consumismo o el cambio climático como ejes principales de su narrativa al presentar desde productos hasta shows de sus últimas colecciones.

Una bolsa de frituras; negra de basura, tenis rotos y sucios, tacones en los Crocs, una colección virtual en Fortnite, un corto de Los Simpson, una pasarela con lodo y otra con viento para redefinir el lujo; celebridades en su último desfile de Alta Costura como Kim Kardashian (embajadora de la marca que ha vestido hasta el cansancio en mismo conjunto en diferentes colores), Nicole Kidman, Kendal Jenner y Bella Hadid, son solo algunas de las noticias que han puesto a la marca en boca (y ojos) de todos, hasta del menos interesado en la moda.

Balenciaga Primavera/Verano 2023

“La sociedad y el lujo nos encasillan a todos. Así es como me he sentido toda mi vida. Me han abofeteado en la cara toda mi vida. Eso es lo que hace la sociedad y sobre todo Internet. Pero hay que ser como un boxeador y levantarte cuando te derriban. Soy optimista por naturaleza, pero ahora no podemos ser muy optimistas. Así que me siento más esperanzado que optimista”, expresó Demna Gvasalia cuando presentó, en la Semana de la Moda de París, la colección Primavera/Verano 2023. Y vaya que ahora sí le tocará demostrar que es un buen boxeador, pues el barco al que dirige se encuentra dañado.

¿Cuál es el problema que enfrenta Balenciaga?

Al momento, Balenciaga ya retiró una campaña en la que aparecían niños con lentes y otros accesorios sujetando bolsas con forma de osos de peluche, que a la distancia, parecen instrumentos sadomasoquistas.

Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya causado nuestra campaña navideña. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña. Hemos eliminado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”, así se disculpa la firma en su cuenta oficial de Instagram.

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En la campaña realizada por Gabriele Galimberti, fotógrafo de National Geographic, cuya página de Instagram destaca un proyecto de diez años llamado Toy Stories, presenta imágenes de niños fotografiados con sus juguetes favoritos, pero extrañamente colocados y con el styling, algo más maduro, que difícilmente comprendería un infante, pero que el ojo de un adulto no repararía en asociarlo con un asunto impropio e innecesario en los niños.

Además, en la segunda campaña enfocada en la colección Primavera 2023, se utilizaron documentos, que al hacer una exhaustiva revisión revelan asuntos relacionados con la pornografía infantil.

Aunque a la fecha, Balenciaga no confirmado la naturaleza del documento, indicó que era lo suficientemente grave como para desencadenar una acción legal.

Pedimos disculpas por mostrar documentos inquietantes en nuestra campaña. Nos tomamos este asunto muy enserio y estamos tomando acciones legales contra los responsables de crear el escenario e incluir artículos no aprobados para nuestra sección de fotos de la campaña Primavera 2023″, mencionan al respecto.

Captura de pantalla via @Balenciaga Instagram Stories

El caso “Ashcroft vs Free Speech Coaliton”, refiere a cuando la Corte Suprema de Estados Unidos anuló dos disposiciones en las que se prevenía la pornografía infantil, en específico, la parte que prohibía la virtual.

¿Hay una salida para Balenciaga?

Cada persona, marca, institución con proyección importante tiene la obligación de tener un plan de control de daños, porque en este mundo digital y volátil, las noticias son como la humedad que se filtra hasta el lugar más apartado gracias a la inmediatez con la que trabaja el Internet. Razón suficiente para ser imparable, pero que no limitan la posibilidad de tomar acciones para remediarlo. Desgraciadamente esto no se podrá olvidar. Así, lo mejor sería no tenerlas y ante ello, la obligación de trabajar para sanarlo.

En el caso de Balenciaga surge la pregunta: ¿A caso no hubo una supervisión editorial? ¿Ya sea en producción o en postproducción? ¿La campaña cumplía con una función estratégica? La verdad es que no lo sabremos, pero le está trayendo serios problemas a la imagen de la firma, los cuales debe solucionar cuanto antes, pues cada segundo es vital.

Otro personaje importante que no se debe perder de vista son los consumidores e incluso, los que no compran, porque si bien no les deben nada, sí son parte de la conversación y esa imagen mental de Balenciaga que podría perder validez, tratándose de lujo, pues de ser así, no habría nada aspiracional en ello.

Controlar la narrativa es casi imposible a este punto y la tarea no será fácil, claro, contando con que la moral de los internautas y consumidores sea medida con la misma vara que a John Galliano, Kanye West o cualquier otra celebridad que ha actuado de manera incorrecta en el pasado.

 

 

Referencias

Paper Magazine

WWD

Aristegui Noticias 

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