La Gen Z no suelta el BuzzBall: ¿qué tiene esta bola que todos quieren probar?

Es todo un arte hacer un cóctel. Pero, ¿y qué tal si te dijera que eso se puede concentrar en una brillante esfera de plástico (aparentemente inspirada en una bola de nieve o de ¿navidad?) llamada BuzzBall? En efecto, esta bebida alcohólica se ha convertido en toda una sensación.  

Este emprendimiento ,que nació en 2009 gracias a una profesora de secundaria texana llamada Merrilee Kick, fue originalmente un proyecto de tesis de maestría. Según cuenta la historia, la fundadora se encontraba sentada junto a una piscina en un día caluroso y pensó: “quiero un cóctel que pueda beber en un recipiente de plástico, no en una copa frágil”. 

Sin imaginarlo, Buzzball alcanzó una popularidad monumental, propiciada por el verano. Se le ha apodado como la bebida “definitiva para festivales y raves de la Gen Z”. Diseñada para brindar una sensación no abrumadora de embriagación inmediata, es elaborada principalmente a base de tequila, vodka y Triple Sec, acompañados de sabores frutales, así como versiones cremosas.

@pensandyng

es mi primer taste test q pena🥹 jajajajaja pero ojalá le sirva a alguien porque yo quería probarlas porque nadie habla de que ya llegaron a 7eleven así que vayannnnnn vale la pena jiji #7eleven #tastetest #mexico #buzzball #rating #probando #vlog #video #fypシ゚ #viral #parati #fun #cute #etc #soju #tryingdrinks #party #friday #pre #4loko #oxxo

♬ Bossa Nova jazz that seems to fit in a cafe(1433079) – TAKANORI ONDA

¿Su precio? Cuatro libras (alrededor de 26 pesos mexicanos). Son relativamente económicas, pequeñas y fuertes: todo un capricho. Con ingresos anuales de cerca de 500 millones de dólares –según Forbes– su distribución ha tenido un impulso vertiginoso gracias a “combinación única de estética, potencia y portabilidad”, como explicó Jess Scheerhorn, vicepresidenta de BuzzBallz. 

Este globo – fácil de sostener en la palma de tu mano– es instantáneamente reconocible. Su éxito se atribuye, en parte, a su aspecto intensamente nostálgico. Con una estética Y2k, se confiere una dulzura adorable, capaz de satisfacer esa necesidad de “vibrar el cerebro con ternura”. Incluso, muchos sugieren que esta bebida puede ser coleccionable como un Labubu, al reunir docenas de botellas con nombres extravagantes.

En cierto modo, BuzzBallz otorga un sentido de comunidad y un aprecio compartido por los buenos momentos. 

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