Chef kiss al ganador del premio Pulitzer, nativo de Compton, California, el rapero Kendrick Lamar, al servir un arrebatador y espectacular show de medio tiempo en el Super Bowl 2025, realizado en New Orleans. Inaugurado por el actor Samuel L. Jackson — el tío Sam — vestido como un maestro de ceremonias, dio paso a un momento bastante instigador y patriótico.
Emergiendo del suelo, una cegadora luz destello un nítido viaje artístico. El gran juego estadounidense del momento, fue eclipsado no solamente por su presentación, más bien, el team ‘Lamar’ opaco el aburrido juego con sus looks. Sus benditos jeans acampanados de Celine llamados ‘Serge’ , dieron de qué hablar sobre el glorioso retorno de estos a la cotidianidad (una parte de esto, se lo debemos agradecer a la insistencia estilista de Pharrell).

Video relacionado
Drenaje linfático – pierde grasa y desinflama tu rostro
Su mero espectáculo requería portar genialidad portable y es ahí, cuando Martine Rose se encargó de diseñar una chaqueta universitaria azul, cubierta de parches. Mientras en la parte trasera, se fanfarroneaba un logo que decía ‘PgLang’ cuyo simbolismo radica en la agencia de comunicaciones que dirige junto con el productor Dave Free, en el rígido frente, se deletreaba ‘Gloria’. ¿El significado? Bueno, todo fanático debería saber que esa insignia hace referencia a la última canción de su álbum ‘GNX’. Una metáfora que glorifica al rap.
En cierto modo, su atuendo es bastante sentimentalista con una pizca de metáfora detallista y un guiño reflexivo al inspeccionar sus detalles como el resto de las cosidas estampas. Las palabras ‘I Deserve It All’, ‘Peekaboo’, ‘G.National’ y ‘KDW’ se entrelazan y confabulan guiños tanto a su trabajos musicales como a la vida íntima de Kendrick, interdispuestos por una afable conexión solidaria entre ambos.

Bajo el flamante ritmo musical y danzante de su sorprendente coreografía, brillaba una pesada cadena con una colgante en forma de ‘a’ minúscula, otra alusión a ‘Not Like Us’ en la que rapea: “Tryna strike a chord and it’s probably A-minorrrrrr” (una muy específica indirecta a Drake, agregando la participación de su ex, Serena Williams ). Complementada por su gorrita ajustada ladeada con un refinado broche de plumas prendido en el costado.
Retomando la obsesiva belleza que sus jeans plasman, debido a su tenaz y alborotador dobladillo, que se arremolinaba en sus rechonchos sneakers Nike Air DT Max ’96. Ese lavado blanqueado tan Britney Spears o Cher, fue todo un ensueño Y2K, que retumba entre tanto denim falso. Era apropiado que Lamar, tuviera la dicha de portar algo que fielmente, impactará el mundo del deporte y el rap, que sintonizaba con la victoria de los Philadelphia Eagles y su más reciente, en los Grammy. Tanta destreza lírica, merecía la atención mundial y una unión espiritual que evangeliza y canoniza la moda.
PUBLICAR COMENTARIO