Lo más selecto de la industria relojera se reune en el Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR) en el Hotel St. Regis Reforma. El evento, al que se acude solo con invitación, celebra su 16ª edición en su primer año “post pandemia”; trae consigo, tanto novedades como tradiciones, como aquella de Bovet: la marca que celebra su 200 aniversario en 2022, “fue duro, sí, pero tuvimos tiempo de repensar y rediseñar la manera en que nos comunicamos con nuestros clientes y coleccionistas, en ese sentido, estuvimos bien”, dice Audrey Raffy, vicepresidenta de la marca, “para celebrar nuestro segundo centenario, hemos lanzado el Orbis Mundi con el viajero en mente. Su particularidad es que tiene los 24 husos horarios a la vista y solo con ajustar la corona al mediodía, se coordinan todos los horarios”.

Orbis Mundi
Según comenta Raffy, la marca ha presentado un crecimiento constante a lo largo de los dos años de pandemia. Con discreción, se limita a atribuirle este crecimiento al nombre que se ha forjado la empresa a lo largo de dos siglos de historia, “nuestros coleccionistas valoran algo que es tan único, solo hacemos mil relojes al año, nuestra meta no es que todos tengan un Bovet en la muñeca (no sería posible), para nosotros se trata más de una experiencia personal, finalmente de eso se trata el lujo”.
Alguien que también resalta la exclusividad de la industria es Julian Tornare, CEO de Zenith, la marca de relojes de alta precisión fundada en 1865. “Hemos crecido mucho, tuvimos un año récord en 2021, que en 2022 está a punto de destronar. Tuvimos muchísima actividad en redes: en vivos, atención al cliente, producciones…”, así Tornare no hace distinciones con el mercado mexicano, presume que Zenith ha crecido exponencialmente en todas partes y su única limitante es la producción, “todo se hace en casa, todos los relojes Zenith tienen un Zenith engine como me gusta llamarlo”. Animado, también anuncia su Chronomaster Original rosa por el mes de la concientización sobre el cáncer de mamá, “es un one month shot; estará disponible solo del 1 al 31 de octubre, después de esa fecha, nunca más volveremos a hacerlo”, así que apúrense a comprarlo.

Zenith
A diferencia de la mayoría de las marcas que se presentan en el SIAR, PURNELL destaca por su juventud. La marca nació en pandemia y en 2022 celebra su segundo año en el mercado. “Como puedes ver, no tenemos ningún abuelo con bigote colgado en la pared”, destaca con humor Maurizio Mazzochi, CEO y fundador de la relojera. “Fue una oportunidad que surgió con la gente correcta”, explica al contar los orígenes de la marca, “nuestro lema es ‘Más futuro que pasado’, nos interesa mirar hacia adelante”.
De esta manera, debe reconocerse que los modelos son tan innovadores como optimistas; es su discurso. Manzotti destaca en entrevista, que desde el principio quedó fascinado por el Spherion, invención de Éric Courdray, una especie de maquinaria esférica que gira a la par del reloj (da dos vueltas por minuto); para México, ha creado una edición con una ingeniosa calavera y para el Ballon D’Or, al cual patrocina, un modelo con Spherion en forma de balón dorado.

PURNELL
Hublot, por su parte, también se ha decantado por patrocinar eventos deportivos, este año ha sido patrocinador de la selección mexicana y creó una edición especial para la ocasión. La marca, iniciativa del magnate italiano Carlo Crocco, lleva 42 años en el negocio, su principal aportación ha sido fabricar una correa de hule natural e implementarla en sus productos; en 2005, fue laureado internacionalmente por su cronógrafo Big Bang.

Hublot
De materiales diversos: hule, lona, piel gofrada, cerámica, entre otros, Hublot hace honor a su slogan “The art of fusion” y se decanta por el mercado juvenil. David Teseschi, CEO de la marca, alardea animado, que 2021 fue un año récord en ventas para la empresa, a la vez que comparte reflexiones interesantes sobre el estado de la industria que, a diferencia de otros rubros, ha crecido en los últimos años a pesar de la pandemia de SARS-COV-2: “Mucha gente no pudo viajar ni comprar mucho en la pandemia, por lo tanto, se quedó en su casa sin gastar”, explica, “en Europa somos más conservadores, en tiempos de crisis ahorramos dinero, pero en el mercado norafricano y Medio Oriente, la gente ya tiene un presupuesto para el despilfarro, si no lo gasta este año, lo duplica al siguiente y eso es lo que sucedió”.
Adicionalmente hace mención de otro nicho que ha ganado fuerza en los últimos años: la reventa “muchos, al pasar la pandemia navegando en Instagram, principalmente, descubrieron los precios que alcanzaron piezas de distintas marcas en subastas alrededor del mundo, por lo que se han dedicado a comprar piezas como inversión, les ven potencial de venta en un futuro cercano”, al preguntarle sobre el mercado mexicano, Teseschi responde que es “un pedazo importante del pastel”, es uno de sus diez mercados más importantes y representa el 17% de las ventas totales en América Latina.
Según el último reporte de la Federación de la Industria Relojera Suiza, México es el 19º mercado más importante para la industria con importaciones ascendentes a 199 millones de francos suizos en 2021, que si bien aún no rebasa los 218.6 millones registrados en 2019, sí que ha superado en un 48% la cantidad de importaciones que tuvo en 2020. Así, se espera que el crecimiento se mantenga constante hasta 2027.
Al respecto, Manuel Emch, CEO de Louis Erard puntualiza: “México es un mercado muy interesante. No es nuestro mercado más grande, pero el cliente está muy educado, sabe de relojes, sabe lo que quiere, lo que tiene y le gusta coleccionar”, pese a que la relojera está próxima a cumplir cien años, no presta atención a su antigüedad ni lo vuelve un estandarte, pero sí valora sus piezas más famosas como el Regulator, que lleva incluido un regulador de hora en la pantalla, lo que vuelve interesante a la pieza; para México ha desarrollado un Regulator con los colores de la bandera y un enfoque interesante, “queríamos hacer algo mexicano, pero no mexicanizado”, la intención cosmopolita de Emch ha dado frutos positivos como que el reloj diseñado, específicamente para el país, sea adquirido en todo el mundo a través de su touchpoint Jumboon (Emch prefiere llamar ‘touchpoint’ a sus puntos de venta). “La gente se queja de que el sitio esté en español, pero me agrada que haya ese esfuerzo por parte del cliente, que al menos usen Google Translate”, comenta alegre.
Al hablar del futuro de la industria, Emch concuerda con Teseschi: el consumidor ha encontrado una buena oportunidad en el mercado de segunda mano y su postura respecto a los relojes ha cambiado, “ahora son conscientes de que la gente no necesita un reloj, quiere un reloj, lo ve como una obra de arte y como una buena inversión a futuro”, dice, “supongo que tiene algo que ver con la cultura Hypebeast y el coleccionismo de tenis. Los relojes son aparatos interesantes que se producen muy lento y son muy caros, por darte un ejemplo, toda la industria debe producir unos cinco millones de relojes al año, Mercedes Benz produce muchos más carros en ese tiempo… y te estoy hablando de una sola marca. Los relojes son raros, son exclusivos, sabíamos desde antes que esto iba a pasar, la pandemia simplemente lo ha acelerado”, Emch concluye su explicación adelantando que Louis Erard ha decidido expandir su catálogo, pero limitar su producción, es decir, hacer más modelos, pero menos piezas; una decisión que han secundado otras marcas, cuyas miradas apuntan hacia México y todo el mercado latinoamericano.
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