
Con una trayectoria que abarca desde películas independientes que desafían lo convencional hasta proyectos televisivos aclamados, Ilse Salas se ha consolidado como una de las actrices más versátiles y comprometidas del panorama mexicano. En su más reciente serie ‘La Liberación’, Ilse nos invita a reflexionar sobre los límites de la libertad, las heridas del pasado y el poder transformador de las historias que, aunque dolorosas, necesitan ser contadas.
A través de este nuevo proyecto, la actriz no sólo explora los conflictos internos de su personaje, sino, también en temas que resuenan profundamente en la sociedad actual, como la resiliencia frente a la opresión. Con su característico estilo sincero Ilse nos habla sobre los retos que enfrentó durante el rodaje, su proceso creativo y cómo esta serie representa un punto de inflexión en su carrera.


Valerie García (VG): ¿Cómo llegó a tus manos el proyecto de ‘La Liberación’ y qué fue lo que más te atrajo de él para decidir no solo actuar, sino también ser productora ejecutiva?
Ilse Salas: Bueno, decidí ser productora porque gestamos el proyecto juntas, porque la idea original está basada en ideas que teníamos Alejandra Márquez, Joanna Murillo, Cassandra Ciangherotti y yo, a raíz de muchas conversaciones mientras filmábamos Las Niñas Bien, que era el auge del Me Too y cuando estalló en México también. Entonces, esas fueron las semillas de las primeras ideas para construir ‘La Liberación’y es por eso que al final me volví productora, porque estuvimos varios años gestando el proyecto, compartiendo ideas. Hasta el final fue cuando ya le dio forma a todo.
VG: Interpretar a dos mujeres gemelas con formas de pensar y vidas completamente opuestas debe haber sido un reto fascinante. ¿Cómo preparaste a nivel emocional y técnico ambos personajes para darles una identidad clara y auténtica?
Ilse Salas: Bueno, una de las cosas que hicimos que no es nada común, o yo nunca lo había vivido, es que cada una construyó a los personajes que quería ser, que siempre habíamos soñado hacer. Entonces, a partir de ahí, primero existieron los personajes y después se fueron haciendo las historias y sus mundos interiores. Entonces, digamos que yo tenía muy claro sobre todo el personaje de Carmen. Después, Ale tuvo la idea, que me pareció divertidísima, de que su hermana fuera gemela y que la hiciera yo también. Y realmente se convirtió en algo muy divertido porque yo creo que tengo mucho de las dos, para bien y para mal. A nivel técnico lo hicimos con las herramientas que teníamos. Hubo muchas carcajadas en el set haciéndola de parte de Ale, mía, el resto del crew.
Dariela Ludlow, que también dirige unos capítulos tenía dos dobles, una doble para Carmen, una doble para Sara. Y digamos que el trazo yo lo proponía de ambas. Yo me imaginaba cómo reaccionaría una con la respuesta de la otra. Y así medio dirigía a las dobles y las directoras, pues las cachaban. No sé si se entendió, pero bueno, digamos que un poco como Juego de Gemelas. Así creo que se habrá hecho, me imagino.

VG: A lo largo de tu carrera, has participado en proyectos de cine, televisión y teatro. ¿Qué diferencias encuentras entre estos formatos y cuál te resulta más desafiante como actriz?
Ilse Salas: Hay muchas diferencias. El teatro es una exigencia total, muy mal pagada a menos que hagas teatro muy comercial, muy grandote. Pero en general es mucho trabajo, muchos ensayos, mal sueldo, pero una satisfacción profesional gigante, porque, porque puedes realmente construir un personaje, porque estás más en control tú, no es la voz del director, sino tú y de tu compañía, pues la última palabra casi siempre la tiene la directora. Quizás de repente participan las productoras, pero en el teatro, aunque tenemos un director también, se siente más libertad. Como que somos más dueños. Sobre todo porque nosotros estamos arriba del escenario cuando dan tercera llamada. Entonces eso es muy exigente, muy excitante. Pero también es muy demandante. Y el cine me fascina, pero como dije, es más la voz de nuestras directoras. En la televisión es una combinación de todo. Es muy divertido, pero los tiempos en la televisión requieren como de otra energía y otro tipo de concentración. Pero bueno, a mí me gusta hacer un poco de las tres y quizás me he enamorado más del cine en los últimos años.


VG: Eres reconocida por tu capacidad de interpretar personajes complejos y emocionalmente intensos. ¿Hay algún papel en particular que haya marcado un antes y un después en tu trayectoria profesional?
Ilse Salas: Bueno, sin duda una película que marcó el antes y el después, fuerza Güeros, pues a partir de ahí me empezaron a buscar mucho en el medio del cine. Y Las Niñas Bien también fue un papel muy importante, una película con la que también viajamos un montón y que fue una película que el personaje me parecía un reto muy difícil.
Lo que queríamos lograr Ale y yo era muy difícil. O sea, lograr que el espectador empate con un personaje que a primera vista puede ser realmente detestable, es bien difícil y encontrar el camino no fue sencillo. Entonces yo creo que esas dos películas han marcado mucho mi carrera. Sin embargo, afortunadamente tengo películas que amo mucho y que también me han llevado a lugares bien raros y emocionantes como Plaza Catedral o Sabrás que hacer conmigo de Katina Medina Mora, Plaza Catedrales del Abner Benaim. Así que sí, tengo suerte de haber hecho películas con las que han pasado cosas importantes para mí.
VG:En ‘La Liberación’ se exploran temas sociales profundos. ¿Qué importancia tiene para ti, como actriz y productora, contar historias que inviten a reflexionar sobre las desigualdades y las estructuras de poder?
Ilse Salas: Tiene toda la importancia del mundo. El hecho de que hayamos logrado hacer la serie que nosotras soñábamos ya es un avance tremendo. La cabeza de todo esto, la capitana del barco, es Alejandra Márquez, que siempre ha tenido la intención de abordar temas como el feminismo o la desigualdad social, que están ligadas además. Y me parece increíble que hayamos logrado hacer una serie con tanto sentido del humor y con una narrativa tan distinta a todo lo que estamos acostumbrados a ver, con temas tan profundos. Definitivamente, el sentido del humor no se pelea con la profundidad, a mi juicio.
Así que siento que el entretenimiento puede generar discusiones profundas a la par que nos puede divertir y bueno, finalmente causa risa y la risa muchas veces viene de dolores hondos también.


VG:¿Hubo alguna escena o momento durante el rodaje que te haya impactado profundamente o que sientas que fue particularmente difícil de ejecutar?
Ilse Salas: Todo lo de las gemelas fue muy divertido, fue difícil yo la verdad es que disfruto ver lo que hicieron mis compañeras, mucho. Todas me parecen muy especiales, muy talentosas, muy brillantes. Me emociona mucho ver a Joanna haciendo algo tan distinto a lo que había hecho antes. Y me emociona ver a Cass aportándole al personaje tanta comedia, pero al mismo tiempo tanta profundidad. Hay muchas escenas que me conmueven y bueno, hay una escena que tengo con Paco Barreiro en el capítulo dos, en donde mi personaje le toma foto a un amigo que acaba de morir. Y esa escena, bueno, ya la verán, pero no sé, quedó increíble. Fue dificilísima, pero estábamos hipersensibles y quedó algo vibrante, muy bonito.
VG: Ser productora ejecutiva de un proyecto como este implica una gran responsabilidad. ¿Qué aprendiste de este rol y cómo influyó en tu percepción del trabajo detrás de cámaras?
Ilse Salas: Sin duda es un trabajo muy complicado. Yo pensé que iba a poder estar más involucrada, por ejemplo, en la escritura de los guiones, pero es un trabajo que requiere mucho oficio. Me sentí poco capaz, la verdad. Una cosa es soltar ideas, anécdotas, ocurrencias, unas buenas, unas malas. O pulir las ideas de los demás, ¿no? O elegir, más bien, no pulir. Cuáles se quedan, cuándo se van. Esa parte creativa me gusta mucho y me siento muy capaz de hacerla. Pero ya es transcribirlas a un guión. Me rebasó. Muy pronto me di cuenta que no estaba lista para eso, respeto muchísimo más a mis compañeras escritoras a raíz de esto, pero me quedó la enorme satisfacción, primero de haberlo logrado, o sea, pudimos hacer la serie que soñamos, como ya lo dije, y dos, pues la tenacidad sí hace que las cosas sucedan, así que definitivamente pienso seguir creando. Tengo muchas ganas de producir cine y producir televisión, de estar detrás de las cámaras y participar en las ideas originales, que es lo que más me emociona. Y en eso estoy.

VG: Trabajaste con un elenco de grandes actrices. ¿Cómo fue la dinámica en el set y qué te llevas de compartir pantalla con figuras tan importantes en la industria?
Ilse Salas: Compartir el trabajo con actores y actrices que admiras y que te encanta ver es lo mejor que puede pasar. Para mí es un regalo. Amo ver trabajar a mis compañeras. Fue un goce y una diversión. Me siento muy honrada de que hayan aceptado participar en esta serie. Mónica del Carmen, Teresa Sánchez, Mariana Villegas.
Bueno, todo el elenco, que son un montón, ya había dicho Paco Barrero, Chema, Diego, Boneta, todos tienen algo único y algo particular y siempre me emociona verlos, o sea, me pongo ahí al lado de lo que están haciendo y les aprendo cómo se acercan a las escenas, cómo abordan, cada uno tiene una forma distinta de trabajar y a todos les copio en algún momento dado. Por supuesto que el set se vuelve un lugar de goce y diversión. Porque somos amigos, porque tenemos muchas cosas en común, porque echamos mucho chisme, muchas carcajadas, mucho café y las fiestas de Wrap It Up se ponen tremendas.
VG:El título de ‘La Liberación’parece sugerir un camino hacia la emancipación o el cuestionamiento de normas sociales. ¿Qué significa este concepto para ti personalmente y cómo resuena con los personajes que interpretaste?
Ilse Salas: De hecho, yo siempre tuve dudas si tendría que llamarse así, porque era demasiado. No sé, me daba miedo que explicara demasiado. Pero finalmente, cuando la veo, digo, bueno, ¿cómo se pudo haber llamado? Es un recorrido a nuestras heridas patriarcales, ancestrales en donde tratamos de explicarnos de dónde vienen tantas conductas contra las que ahora nos rebelamos. Por supuesto, tiene muchísimo que ver el Medievo, la quema de brujas, un libro muy importante para Ale fue Calibani y la Bruja de Silvia Federici. Un libro en donde podemos entender cuando se gestó el machismo, que va de la mano de cuando se creó el capitalismo. Y cuando se avalaron por primera vez los feminicidios, o sea, la quema de brujas no es una anécdota, son hechos reales, pasaron, se quemaron a mujeres por el hecho de ser mujeres, por ser amenazantes, por saber de herbolaria, de medicina, por pretender tener el control de sus cuerpos, por revelarse a la vida doméstica sin salario. Todo eso viene de un lugar, o sea, todo lo que van a ver quizás de una forma muy estilizada viene de hechos reales y contundentes que llevamos en la memoria colectiva. El machismo existe y tenemos esas huellas como sociedad muy adentro.
Así que sí, nuestra necesidad de liberarnos de todos estos condicionamientos sociales fue lo que nos llevó acá. Y ante todos los cuestionamientos que seguimos teniendo no tenemos respuestas, nos contradecimos porque somos personas, somos mujeres, cambiamos de opinión, nos revelamos ante distintas cosas dependiendo del tiempo, de la edad, solamente hablar de ello, aunque no lleguemos a respuestas contundentes, es liberador.


VG:Con una carrera tan sólida y una nominación importante en puerta, ¿qué otros proyectos o colaboraciones tienes en mente para el futuro? ¿Te gustaría seguir explorando roles detrás de cámaras?
Ilse Salas: Estoy por primera vez produciendo una película y también gestando otra serie de televisión, que esperemos que vaya a buen puerto, con muchas ganas de seguir creando y seguir actuando, pero ciertamente los proyectos en los que me gusta actuar de repente no hay tantos. Entonces, creo que a la conclusión a la que llegamos las personas que acabamos produciendo o dirigiendo es que si no llegan los proyectos que tú sueñas, pues hay que crearlos. El primer paso fue ‘La Liberación’ y espero que haya muchos, muchos pasos más por ese camino.
En esta historia: Diego e Ilse fotografiados por Gilberto Meneses. Estilismo de Ilse: Rebeca Mora. Maquillaje: Alberto Perez. Pelo: Ernesto Vargas con productos Dyson. Asistente de producción: Mariana Ortíz. Realización: Juan Pablo Jim e Iván Estuardo. Locación HUMO Café.
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