Una de las características de la globalización son las oportunidades de ampliar los negocios sin importar fronteras, brindando trabajos directos e indirectos a la población y para las marcas, la facilidad de ser reconocidas a gran escala. En este sentido, en la industria de la moda, las licencias de marcas fueron la piedra angular para su desarrollo y en México, tuvo un impacto sin precedentes gracias al visionario y diseñador francés Pierre Cardin.
Así, a Pierre Cardin se le atribuye ser uno de los pioneros de la moda involucrado en el negocio de las licencias desde la década de 1960, es decir, el derecho que da una marca a un fabricante o distribuidor de colocar su nombre en su producto a cambio de regalías. Desde ese momento, perfumes, corbatas, cinturones, vajillas, sábanas, despertadores y muebles llevaban su nombre escrito, no solo en territorio mexicano, sino también en China.
De manera puntual, estas famosas licencias se otorgan para una determinada clase de productos (normalmente de consumo o de moda) para los que el licenciatario obtiene la exclusiva de venta en un territorio definido (un país). Con la cesión de derechos, el licenciatario paga al licenciante una cierta cantidad de dinero y un porcentaje (royalties) calculado sobre el importe de las ventas de los productos bajo licencia.
El impacto de este modelo de negocio, por parte de Pierre Cardin en México, comenzó, de acuerdo con Ana Fusoni para Coolhunter, en nuestro país. Y así lo expresó en dicha publicación.
“En México se hacían pasarelas y presentaciones de moda, pero no como las conocemos actualmente, todo esto era más una cuestión de eventos sociales. Un día, Pierre Cardin y sus representantes quisieron presentar su colección y organizó un desayuno con la prensa, pero a esta nadie fue, salvo Rosario Creixell con quien platicó y nació una relación profesional y de amistad. El trabajo de Creixell y posteriormente de Odette de Anda fue fundamental para la expansión de Cardin en México, ya que ellas pudieron administrar los almacenes, realizar eventos y sentar las bases para el sistema de Licenciatarios mexicanos”.
Enrique Castillo Pesado, columnista de sociales y de moda escribió en 1999: “Con Pierre Cardin tuve muchos encuentros en París, Londres, Nueva York, Madrid y México. Mi amistad con este extraordinario hombre visionario, se la debo a tres singulares personas (Rosario Creixell, inolvidable; Heberto Guzmán y Odette de Anda, actual representante de Cardin en México) que en diversas épocas, coordinaron comidas, cenas y entrevistas con ‘el hombre más conocido del mundo’”.
Tiempo después, para mayo de 2019, reunió 350 “licenciatarios” en su célebre Palacio de Bulles, cerca de Cannes, una residencia futurista y curvilínea. Ahí les presentó en un desfile, una nueva colección de 150 modelos, mismos que decía conocer. Este modelo de licencias se convirtió en un caso de estudio en las escuelas de mercadotecnia, bajo el neologismo de “cardinización”.
El modelo de las licencias en nuestro país existe y la presencia de la Expo Licencias y Marcas, la única exposición dedicada a la industria de licencias en México y América Latina, lo comprueba.
Para la edición de 2018, Fashion Network señaló que, en el sector de la moda, uno de los expositores más importantes fue Tycoon Trends, la unidad de negocio de Grupo Tycoon, dedicada específicamente al desarrollo de programas de gran consumo y de extensión de líneas con productos enfocados en estilo de vida y derivadas de marcas corporativas de moda y celebridades como: Nine West, Nautica, Aéropostale, Juicy Couture, Jones, entre otras.
Este evento reunió aproximadamente dos mil 500 visitantes provenientes del sector del retail, fabricantes, agencias de publicidad y mercadotecnia; pequeñas y medianas empresas, editoriales, entre otros actores, creando e impulsando negocios del licensing en México.
Cabe resaltar, que el evento es apoyado por la Asociación Mexicana de Promoción y Licenciamiento de Marcas, The International Licensing Industry Merchandisers’ Association (LIMA), la Asociación Internacional para la Protección de la Propiedad Intelectual (AIPPI), el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) y ProMéxico.
Referencias
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